
LD (EFE) Un día después de que Ibrahim Gambari, enviado especial para Birmania del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, pidiera a la Junta Militar que calificara de repugnante e inaceptable" la represión de las multitudinarias manifestaciones pacíficas en favor de la democracia, la dictadura confirmó que continúan los arrestos masivos de monjes y opositores.
En un comunicado publicado en el órgano oficial de la dictadura, la Nueva Luz de Myanmar, se informó que un total de 2.927 birmanos han sido detenidos desde que a finales de septiembre se emprendió una amplia operación policial contra miembros y simpatizantes de los grupos antigubernamentales.
La dictadura anuncia que "seguimos llamando a gente para que sea interrogada, y aquellos que tengan que ser puestos el libertad, serán puestos en libertad", indicó el diario. Anteriormente, y mediante un parte oficial divulgado por la televisión estatal, la Junta Militar que preside el general Than Shwe precisó que en las redadas llevadas a cabo en Rangún, la mayor ciudad del país, fueron apresadas 2.284 personas, y que otras 643 detenciones se practicaron en diferentes provincias.
La Liga Nacional por la Democracia (LND), que encabeza la Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi, cuestionó en un comunicado que las autoridades hayan liberado a centenares de personas, y denunció que cinco miembros de la formación que participaron en las manifestaciones fueron condenados este martes a siete años y medio de cárcel cada uno.

