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La consigna de Rajoy sobre las listas de Camps: "Mirar para otro lado"

Rajoy dio a Camps su beneplácito sobre las listas, pero se niega a dar la cara públicamente. La consigna dictada es "mirar para otro lado".

Rajoy dio a Camps su beneplácito sobre las listas, pero se niega a dar la cara públicamente. La consigna dictada es "mirar para otro lado".

La consigna entre los miembros de la dirección nacional del PP es clara: hacer como si no hubiera ocurrido. Como si Mariano Rajoy no hubiera dado, personalmente, su beneplácito a que Francisco Camps manchara las listas electorales con hasta nueve implicados en tramas corruptas. Como si, apartando la vista de Levante, la formación pudiera presentarse a la sociedad con un Código Ético al margen de cualquier duda.

Éste es el argumentario interno, según fuentes de la cúpula. "Mirar para otro lado" aunque exista la convicción, basada documentalmente, de que el candidato a la Generalidad -ya de por sí imputado- será sentado en el banquillo de los acusados. "Este es un problema a corto-medio plazo" pero a resolver tras las elecciones del 22-M, aseguran desde el aparato del PP.

Un guión seguido a rajatabla, empezando por el propio Rajoy, que vio como su viaje a Berlín quedaba deslucido por su negación a responder a las preguntas de los periodistas. En hasta cuatro ocasiones el líder de la oposición se negó a resolver los interrogantes de los informadores sobre las listas electorales: "No tengo nada que decir sobre este asunto" y "sobre ese asunto no voy a hablar hoy" fueron, junto a varios espavientos, su modo respuesta.

Ya el domingo, horas después de que el Comité Electoral nacional ratificara las candidaturas mandadas por Camps, el equipo de comunicación de Rajoy rechazó tajantemente que los periodistas pudieran preguntarle en su visita a León, como así le reclamaron.

En Génova admiten el hastío que ni mucho menos es nuevo: "No podemos salir en tromba diciendo lo malo que es el PSOE andaluz con los ERE si luego nosotros también tenemos nuestro pastel", se queja un diputado popular a las órdenes de Javier Arenas. Cada vez son más los que, en voz soterrada, piden a Rajoy que "si no se deshace de Camps, al menos le pare los pies".

Con los micrófonos encendidos y las cámaras grabando, vuelta a la estrategia. En la rueda de prensa posterior a la Junta de Portavoces, Soraya Sáenz de Santamaría se escudó en los Comités Electorales para no valorar la incursión de manchados en las listas. Tampoco para referirse a la salud del Código Ético popular. Sin embargo, dichos órganos sólo ratifican lo que decide, en última instancia, el presidente nacional. Así lo ha reconocido el propio Miguel Arias Cañete, presidente del Comité nacional, en más de una conversación informal.

En cuanto a Camps, el camino marcado también incluye una referencia mágica: "Presunción de inocencia". A ello se refirieron tanto la citada Sáenz de Santamaría como la secretaria general, María Dolores de Cospedal, al ser abordadas por la situación procesal del barón regional. "La experiencia demuestra que determinadas imputaciones han quedado en absolutamente en nada".

El único del Comité de Dirección que fue algo más allá fue el valencianoEsteban González Pons: "¿Basta con que se señale a alguien para que no pueda salir ni a la calle?", se preguntó, a la par que defendió la honorabilidad de Ricardo Costa, cuyo nombre va en las listas por Castellón.

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