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Cospedal meterá la tijera a sindicatos, partidos y patronal

El 'estilo Aguirre' se instala en C-LM. En su debate con Barreda, abocado al pasado, Cospedal anuncia la tijera para sindicatos, partidos y patronal.

María Dolores de Cospedal se vino arriba en el debate de investidura con José María Barreda, antes de ser designada solemnemente como presidenta de Castilla-La Mancha. El marcador se pone uno arriba para la dirigente popular en un inicio de legislatura que hace presuponer unos cuatro años muy broncos, con un PSOE instalado en el pasado -el agua, su caballo de batalla- y un nuevo Gobierno haciendo cuentas sobre el pastel financiero de la etapa anterior.

Tras casi tres décadas con la Junta controlada por las siglas socialistas, los 25 votos del PP fueron suficientes para hacer historia, convirtiendo a Cospedal en la primera mujer que ocupa la presidencia con un color político distinto al rojo. Su máxima: "Un estilo de gobernar completamente diferente" al de Barreda, centrado en la creación de empleo. Actualmente, la tasa de paro en la región es más elevada que la media nacional alcanzando el 21,7% de los ciudadanos en edad de trabajar.

Por ello, y por si no hubiera sido suficiente la poda anunciada en la víspera y que afectará a todos los palos de la administración regional, Cospedal se guardaba otro gran anuncio, que llevará a las Cortes una vez tenga su gobierno en marcha: "Racionalizaremos y reduciremos las partidas que, en forma de subvención, están destinadas a los sindicatos", proclamó, recibiendo la ovación de su bancada.

La presidenta sigue así la línea de su colega Esperanza Aguirre, que ya en la anterior legislatura denunció los abusos sindicales y metió la tijera en sus partidas. Ahora, Cospedal hace lo propio y llama a la Cámara a que le apoye. "Sé que puedo contar con los empresarios y trabajadores", avanzó. También habrá recortes en el dinero destinado a los Grupos Parlamentarios y partidos -cumpliendo con la petición expresa de Mariano Rajoyy a las organizaciones patronales.

Con esta decisiva actuación, principalmente a fin de que las centrales sindicales también se ajusten el cinturón -dicen en el PP-, Cospedal pone el broche a su Programa de Reformas, que incluye -y sobre ello insistió este martes- "la verificación real" de las cuentas y las finanzas que le deja como legado el Ejecutivo socialista.

Y es que, si algo pudo molestar en las filas populares, es que Barreda sacara pecho de la gestión realizada; llegando a decir que su "herencia" es la mejor posible para la región. La transparencia, aseguró en su primera exposición, fue "marca de la casa", y de ahí que las Cuenta General de 2010 ya pueda ser consultada por los ciudadanos.

Un hecho que sirve, a su juicio, para afirmar a renglón seguido que su premisa "siempre" fue la honestidad: "Los órganos encargados de auditar las cuentas siempre consideraron que fueron correctas", apuntó.

El problema, agregan desde el PP, es que esas cuentas "no son reales", y de ahí que todo caiga como un castillo de naipes. Cospedal fue tajante: "La Cuenta General está publicada, pero ahí no están todos los detalles que se tienen que saber". Como es harto conocido, el nuevo Ejecutivo espera que las arcas tengan agujeros que no permitan una senda de crecimiento hasta la segunda etapa de la legislatura.

Primer rifirrafe entre Cospedal y Barreda

Punto por punto, Cospedal rebatió todos los argumentos de Barreda, que centró sus críticas en la denominada guerra del agua -su asunto más recurrente en campaña-, la Educación y, con más ahínco, la Sanidad.

Sobre este último asunto, el ex presidente castellano-manchego le preguntó a bocajarro si va a mandar los ciudadanos "a los hospitales de Madrid" y le cuestionó por si se van a ejecutar los nuevos centros que estaban previstos para creación. "¿Qué va a hacer con respectos a estos hospitales?".

Cospedal no dudó en devolvérsela, recordándole que todos son "proyectos en ejecución, en diseño, preparados para empezar". "Prometidas ya sabemos que hay muchas cosas. Prometido pero nunca cumplido", remató.

En este sentido, puso en conocimiento público la "situación límite" en el sector y aseguró que no se le caerán los anillos si tiene que ayudarse de hospitales de las comunidades vecinas para que "los conciudadanos tengan el mejor servicio". De ahí que en campaña ya llegara a un compromiso con Aguirre en este sentido.

Pese a la bronca, que la hubo en mayor grado de decibelios en las réplicas, tanto la nueva jefa del Ejecutivo como el líder de la oposición hicieron del "consenso" y el "diálogo" sus referencias más frecuentes. También constataron que la situación que atraviesa la comunidad es la más delicada en décadas. "En momentos de crisis el consenso es preferible", aseguró Barreda. "De todo corazón, pido colaboración por encima de nuestras diferencias", concluyó Cospedal.

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