L D (EFE)
Sánchez Gordillo anunció que al inicio de la semana próxima entregará a la prensa copia del auto del juez que archiva la denuncia y en el que se califica de “espurios” los motivos de la denunciante, de 32 años, madre de cinco hijos y que fue detenida hace dos años por robar y cobrar talonarios de cheques del Ayuntamiento de Marinaleda.
El auto de la juez, que no aprecia indicios de delito en las acusaciones efectuadas por la denunciante, es una “respuesta clara de la verdad”, según Sánchez Gordillo, que añadió que “no hay derecho a utilizar la calumnia para deshonrar la trayectoria de toda una vida”. El alcalde de Marinaleda insistió en que la mujer que le denunció nunca fue trabajadora del Ayuntamiento y que sólo un día se le encargaron tareas de limpieza del consistorio, por los trabajos del PER.
También aseguró que la denunciante estaba relacionada con ambientes de delincuencia y que estudiará si procede judicialmente contra ella una vez que este asunto se solucione por completo. Sánchez Gordillo lamentó que una denuncia de este calibre pueda prosperar “sin las más mínimas pruebas”, y dijo que esto supone el equivalente al “difama, que algo queda”. La denunciante fue detenida en noviembre de 2001 por robar dos talonarios de cheques del ayuntamiento, pero a su vez denunció a Sánchez Gordillo porque afirmó que no sustrajo el talonario, sino que se lo entregó voluntariamente el propio alcalde, igual que había hecho en ocasiones anteriores, diciéndole que debía poner los cheques a nombre de algún familiar y “firmar con un garabato como si fuera su firma”.
La mujer sostuvo que, por este método, Sánchez Gordillo le dio 601 euros para que se comprase un coche de segunda mano, otros 1.202 euros como entrada de una casa en Hornachuelos (Córdoba) y le pagó una interrupción voluntaria del embarazo en Córdoba.
El auto de la juez, que no aprecia indicios de delito en las acusaciones efectuadas por la denunciante, es una “respuesta clara de la verdad”, según Sánchez Gordillo, que añadió que “no hay derecho a utilizar la calumnia para deshonrar la trayectoria de toda una vida”. El alcalde de Marinaleda insistió en que la mujer que le denunció nunca fue trabajadora del Ayuntamiento y que sólo un día se le encargaron tareas de limpieza del consistorio, por los trabajos del PER.
También aseguró que la denunciante estaba relacionada con ambientes de delincuencia y que estudiará si procede judicialmente contra ella una vez que este asunto se solucione por completo. Sánchez Gordillo lamentó que una denuncia de este calibre pueda prosperar “sin las más mínimas pruebas”, y dijo que esto supone el equivalente al “difama, que algo queda”. La denunciante fue detenida en noviembre de 2001 por robar dos talonarios de cheques del ayuntamiento, pero a su vez denunció a Sánchez Gordillo porque afirmó que no sustrajo el talonario, sino que se lo entregó voluntariamente el propio alcalde, igual que había hecho en ocasiones anteriores, diciéndole que debía poner los cheques a nombre de algún familiar y “firmar con un garabato como si fuera su firma”.
La mujer sostuvo que, por este método, Sánchez Gordillo le dio 601 euros para que se comprase un coche de segunda mano, otros 1.202 euros como entrada de una casa en Hornachuelos (Córdoba) y le pagó una interrupción voluntaria del embarazo en Córdoba.