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El ninguneo a De la Vega y Corbacho desata rumores de crisis de Gobierno

Corbacho y De la Vega se han convertido en los protagonistas involuntarios de esta semana. No ha sido por sus méritos, sino todo lo contrario. Su llamativa ausencia de la anunciada comisión anticrisis hace pensar que han caído en desgracia en el Gobierno.

Si de algo sirvió el poco fructífero debate "del antes y el después" fue para conocer quién está mejor posicionado en el Consejo de Ministros. José Luis Rodríguez Zapatero no hizo ningún anuncio excepto el de la creación de una comisión interministerial con el objeto de alcanzar acuerdos económicos con el resto de partidos. Dejando a un lado el hecho de que ya existía una ronda de contactos encabezada por el PSOE, sorprendió que formaran parte de la comisión Elena Salgado, José Blanco y Miguel Sebastián.

La vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega y el ministro de Trabajo se quedaban fuera. Con un paro desbocado y convertido en el principal problema para los españoles chocaba que Corbacho no tuviera lugar en la comisión. Lo mismo ocurría con De la Vega, la habitual encargada de coordinar la gestión de los distintos miembros del Ejecutivo.

Hace unas semanas, surgieron los primeros rumores sobre la caída en desgracia de la vicepresidenta y su posible sustitución en una hipotética crisis de Gobierno. Fuentes socialistas citadas por La Gaceta recordaban sus fracasos en el intento de coordinar la gestión del Ejecutivo –un ejemplo constituiría el caso Alakrana– y citaban incluso su mal carácter como motivos de una pérdida de confianza en ella y de su próxima salida del Ejecutivo.

Del caso de Corbacho se ha comenzado a hablar con intensidad esta semana con motivo de su llamativa ausencia de la comisión contra la crisis. Él mismo alimentó los rumores de cambios en el Ejecutivo al comentar en los pasillos del Congreso, el mismo miércoles, que José Blanco tiene "mucho futuro como ministro". Un día después, preguntado por el sentido de los palabras, explicó que sólo se refería a su gestión y no a su futuro como vicepresidente, de lo que ya se ha comenzado a hablar en algunos medios.

Este viernes, Público, muy próximo al Ejecutivo, hablaba de la frágil posición de Corbacho en el Gobierno. Según el diario, entre los miembros del PSOE se afirma que "se pasa por encima" de él "desde hace tiempo". Algo que Ignacio Fernández Toxo confirmaba públicamente en una entrevista radiofónica, al revelar que no es él quien lidera las reuniones del diálogo social sino Elena Salgado o el propio Zapatero.

Mientras, la otra protagonista de los rumores, De la Vega, tenía que enfrentarse este viernes a otra noticia que evidencia su pérdida de influencia. La portavoz del PP en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, no le preguntará a ella sino a Salgado en sus próximas interpelaciones. Desde la mesa del Consejo de Ministros, la vicepresidenta trataba de restar importancia a este hecho y explicaba que se iba a ir de viaje. El viaje, sin embargo, ha sido programado, según Moncloa, después de conocerse que no sería interpelada. También se le preguntó sobre su ausencia en la comisión. Su respuesta, que "no tiene el día las suficientes horas que desearía que tuviese para poder hacer tantos proyectos".

Todos estos signos han hecho especular a muchos con la posibilidad de que se esté gestando una crisis de Gobierno con la que dar un nuevo golpe de efecto en uno de los momentos más críticos para el Ejecutivo. Unos cambios que, en realidad, ya se habrían producido de facto al dejar de lado a dos ministros que en otras circunstancias habrían tenido un papel muy distinto.

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