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¿Hay una fecha libre para las elecciones anticipadas?

Después de lo visto y oído este jueves en el Congreso son muchos los que dan por finiquitado a Rodríguez Zapatero y por descontado que no agotará la Legislatura y convocará elecciones anticipadas. Pero el calendario electoral de los próximos meses no lo pone fácil precisamente.

La ley electoral impide que se celebren dos convocatorias electorales distintas en un mismo territorio en un plazo de tres meses. Aún no están convocadas pero las elecciones catalanas deberán celebrarse el próximo otoño, al agotarse la Legislatura iniciada en 2006, casi con toda seguridad en el mes de octubre. Mayo de 2011 es la fecha de las municipales y de las autonómicas en casi todas las regiones españolas. Este calendario limita mucho las hipotéticas fechas para unas elecciones generales anticipadas.

Y es que buena parte de la prensa coincide este viernes en que Zapatero está sentenciado y no tendrá más salida que disolver las Cortes y convocar a las urnas. Aún aceptando que el presidente del Gobierno, por muy mal dadas que vengan, vaya a actuar con un mínimo de responsabilidad, lo cual es mucho suponer conociendo al personaje, el encaje de unas elecciones generales en el próximo curso político (2010-2011) es muy complicado.

La intervención de Duran Lleida anticipando un voto negativo a los próximos Presupuestos ha desatado las predicciones. Ya se sabe la fascinación enfermiza que el nacionalismo catalán –empezando por el liberticida Jordi Pujol– genera entre el gremio periodístico capitalino: abundan las loas a la responsabilidad demostrada por el portavoz del CiU al abstenerse y permitir que el decreto se aprobase, al tiempo que reclamaba a Zapatero que convocase elecciones. ¿Responsabilidad o mero cálculo?

Si los nacionalistas catalanes quisieran, de verdad, forzar un adelanto electoral podría haber votado no y tumbar el decreto. Zapatero casi no tendría otra salida y, ahí está la clave, tendría tiempo de convocar antes del verano y, lo que es más importante para CiU, antes de las elecciones catalanas de otoño. Los Presupuestos se aprobarán o no en el mes de octubre de 2010, fecha en la que se celebrarán los comicios autonómicos en Cataluña, por lo que si las cuentas públicas fuese rechazadas y Zapatero decidiese convocar elecciones –no está obligado, podría prorrogar los de este año– tendría que esperar al menos tres meses. Una hipótesis poco probable sería que Zapatero constatase ya en septiembre la imposibilidad de aprobar los Presupuestos e hiciese coincidir las generales con las catalanas. No olvidemos tampoco la posible incidencia de una sentencia del Estatuto de Cataluña si es que algún día el Tribunal Constitucional decide pronunciarse.

Esto nos llevaría a enero o febrero de 2011, que parece casi la única fecha posible. Más tarde imposible ya que en mayo son las municipales y autonómicas. Pero los alcaldes y barones regionales socialistas tendrían mucho que decir sobre la cercanía entre las generales y las locales, ya que podría perjudicarles notablemente. Después de mayo, el plazo de tres meses que marca retrasaría el adelanto a otoño de 2011, apenas unos meses antes que se agote la legislatura, en marzo de 2012.

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