L D (EFE) Amman, apodado “el cortador de cabezas” por sus violentas acciones terroristas en Argelia -donde aún tiene pendiente el cumplimiento de varias penas de prisión-, trabajaba en una fábrica de construcción de estructuras de hormigón de La Puebla de Hijar. Llevaba una vida discreta y pagaba puntualmente sus impuestos y el alquiler de una vivienda en el casco urbano de Alcañiz, localidad en la que estaba empadronado desde 2000. Además, desde abril de 2004 tenía los papeles de trabajo y residencia en regla.
El arresto de Brahim Amman tuvo lugar en la calle, en torno a las 20:00 horas de este lunes. La Policía Nacional mantuvo un importante despliegue durante varias horas, efectuando un registro en la vivienda del detenido, donde han incautado distintos documentos que están siendo analizados.
Su detención se engloba dentro de la denominada “operación Nova” que dirige el juez Baltasar Garzón, y que ha conseguido detener en las últimas horas a otros islamistas en Vitoria y Madrid. Precisamente en la capital vasca, donde Brahim Amman vivió durante algún tiempo, entró en contacto con otros islamistas, ahora detenidos en la misma operación.
El detenido en Madrid, Khalid Zeimi Pardo, español de origen marroquí, está implicado directamente en la trama del 11-M, aunque fue liberado el pasado 21 de abril por el juez Juan del Olmo. También está vinculado a la célula de Mustapha El Maymouni, preso en Marruecos por su participación en los atentados de Casablanca contra intereses españoles.
Los detenidos en la "operación Nova" podrían estar implicados en la preparación del atentado con el que pretendían atacar, entre otros objetivos, la Audiencia Nacional. Fuentes policiales consideran que al menos tres de ellos pueden estar relacionados con organizaciones terroristas islámicas y más concretamente con la red desarticulada en Cataluña en 2003, dentro de la “operación Lago”.
