Como no podía ser de otra manera, el PSOE votará a favor de la moción de censura del PP "si su objetivo es la convocatoria de elecciones", lo que es una obviedad. Como no podía ser de otro modo, el PP apoyará la del PSOE porque tiene el mismo sentido: subrayar la inoperancia del actual Gobierno, que quiere mantenerse al margen del Parlamento, y solicitar de nuevo la convocatoria de elecciones.
Es de esperar que terminen así unas jornadas en las que parecía que el PP iba a censurar al PSOE (las desafortunadas manifestaciones del portavoz del Gobierno se sumaron a las filtraciones de "temores" y "preocupaciones" del Ejecutivo acerca de la actitud de los socialistas). Y que el PSOE, bien es cierto que más moderadamente, pretendía censurar que el Gobierno y el PP no le consultaran cada uno de sus pasos. Un espectáculo un tanto lamentable.
La eficacia de las mociones que se debatirán esta semana es doble. De un lado, aunque no logren desplazar a Ibarretxe por un candidato alternativo, ambas tendrán más votos que los que puede conseguir el lehendakari del PNV. Quedará política y socialmente censurado el actual Gobierno y clara la mayoría parlamentaria que exige la convocatoria electoral. De otro, la opinión pública será consciente de que, ante el fracaso nacionalista, tiene dos opciones políticas distintas, es decir, el pluralismo y la defensa del Estado de Derecho que el PNV no quiere defender.
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