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Maite Cunchillos

Caso cerrado

Con seis meses de retraso sabemos que la operación de concentración de Antena 3 y la SER no estuvo ajustada a Derecho. El auto de 26 de abril del Constitucional nos aclara este extremo pero, al mismo tiempo, ese escrito saca a la luz muchos interrogantes. ¿Por qué ha tenido que pasar medio año para que todos conozcamos el fin de este largo proceso judicial? Si ese auto se notificó a la Fiscalía y al Grupo PRISA, ¿Por qué el Gobierno no ha deshecho ya la concentración de Antena 3 y la SER? ¿Qué gana el Ejecutivo con su pasividad?

Está claro que PRISA no ha filtrado esta noticia porque nunca tiraría piedras contra su propio tejado. Entonces, ¿quién ha dado a conocer el auto de 26 de abril del Tribunal Constitucional? Cabe recordar, que en esta última vía legal de PRISA no estaban personados en la causa ni la Abogacía del Estado ni los perjudicados de Antena 3, así que el abanico de filtradores se reduce sensiblemente.

Quienes conocen bien los chantajes del mundo de la política quizá podrían hablar también de posibles chantajes en esta historia judicial que acaba de concluir. La vía judicial está cerrada, pero la vía política puede deparar sorpresas. Quienes ven conspiración en donde la hay y en donde no la hay auguran la inminente entrada de un grupo de comunicación mexicano en nuestro país. Ese grupo adquiriría, precisamente, las 90 emisoras de Antena 3 que PRISA debe vender.

Estas mentes retorcidas aseguran que el Gobierno ha coqueteado con PRISA durante los últimos seis meses: coqueteaba mientras exhibía orgulloso ante el grupo de Polanco la sentencia del Supremo que tanto les perjudicaba. Los mismos que ven conspiración recuerdan que hace sólo quince días, PRISA firmaba la compra de emisoras de TELEVISA bajo la atenta mirada del presidente Fox. Y quizá tampoco sea casual que Fox, en esos mismos días, se paseara por España de la mano del Gobierno. Si PRISA irrumpe en México, ¿por qué un grupo de comunicación mexicano no puede hacer lo mismo en nuestro país? Y con más razón cuando muy pronto se venderán noventa emisoras al mejor postor.

Como bien señalaba Gracián, no es lo mismo “disimular” que “simular” y pronto lo veremos.

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