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Lucas Soler

Madrid bajo el terror de "Leti"

Si este artículo fuese un moderno cuento de terror, bien podría empezar del siguiente modo: Pese a los atascos, el ruido de las excavadoras la polución atmosférica y las trashumantes manifestaciones de siglas diversas, los habitantes de la ciudad de Madrid vivían felices y muy satisfechos desde que sus dos principales equipos de fútbol se encontraban en la parte alta de la clasificación...

Sin embargo, un tenebroso y desangelado día del mes de diciembre los madrileños se enteraron por los periódicos y los programas radiofónicos de la mañana de una terrible noticia: Leticia Sabater estrena en el teatro Calderón El mago de Oz. Aunque al principio nadie podía creerse que la antigua presentadora infantil debutase como actriz teatral y productora del espectáculo, la noticia era cierta y no un rumor infundado de esos que circulan habitualmente por las redacciones de los medios para desatar la alarma social. Muy pronto, miles de madrileños asaltaron las tiendas y los supermercados y se atrincheraron en sus casas con la incertidumbre de no saber cuánto tiempo podría permanecer en la cartelera madrileña la obra protagonizada por la amenaza rubia...


Desde un par de años antes de su boda con José María Fernández-Mayo, conocido familiarmente como Morgan, Leticia Sabater vivía alejada de las cámaras de televisión, pero no de los objetivos de los fotógrafos de la prensa rosa. Los preparativos del enlace siempre fueron noticia. También la boda en el Hotel Palace, que fue como un cuento de hadas en el que fueron felices y comieron perdices. Sin embargo, después de digerir las perdices, Leticia fue pillada en comprometida situación con otro en una discoteca de Marbella. No tan comprometida, según Leticia, puesto que tan sólo se trato de un inocente "piquito", sin intercambios salivales ni arrebatos de pasión. Tras aquel enojoso percance veraniego , Leticia empezó a preparar la obra que ahora se estrena.

En "El mago de Oz", "Leti" (así quieren que la llamen los niños) se atreve a interpretar a Dorothy Gale. Todo un reto interpretativo si se examinan los precedentes. Cuando Judy Garland protagonizó la mítica película de Victor Fleming en 1939 era una adolescente de 17 años en el papel de una niña de trenzas y traje de muñeca. Resultaba convincente: cantaba y bailaba como una colegiala. Superada ya la barrera de los treinta y con algunas patas de gallo, "Leti" no tiene miedo a interpretar el personaje de una cría, porque ella es eternamente joven. Si tenemos en cuenta su coeficiente intelectual y su grado de madurez, deberíamos precisar que es eternamente infantil. Ni siquiera ha llegado aún a la edad del pavo. Al parecer, tantos años como presentadora de programas infantiles han tenido un pernicioso efecto sobre el desarrollo de su personalidad.

Cuando finalice esta primera experiencia teatral, "Leti" ha anunciado que le gustaría volver a trabajar en televisión como presentadora de un programa juvenil. Esperemos que los directivos de las cadenas televisivas no tengan en cuenta sus deseos, porque Leticia no ha sido una buena influencia para los niños.

Quienes recuerden el programa matinal "Con mucha marcha" en La 2 de TVE, reconocerán el daño que causaba continuamente a la lengua española. En aquel programa, la presentadora no sólo se dirigía a su público con histéricos chillidos y saltitos nerviosos sino que creó un pavoroso lenguaje con el que pretendía conectar con los niños: "¡Hey coleguis!, ¿Qué pasa nanos? Hoy vamos a aprender un juego superchuli y con mucha marcha, ya veréis como os lo pasáis megaguay del Paraguay". Fernando Lázaro Carreter, siempre tan atento al uso indebido del idioma en los medios de comunicación, debería haber denunciado en sus artículos en prensa los atropellos lingüísticos de Leticia Sabater.

Esperemos que la adaptación al castellano de la versión teatral de "El mago de Oz" no esté escrita en el peculiar idiolecto "leticio". Bastante daño ha causado ya contaminando el castellano con su jerga monosilábica.

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Este artículo, junto a otros de Víctor A. Cheretski, César Vidal, Carlos Semprún Maura, José Apezarena, etc. se publica en laRevistade Libertad Digital. Si desea leerlos, pulseAQUÍ

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