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Enrique de Diego

Precipitación y totalitarismo

La propuesta secesionista de Ibarretxe responde a la ilegalización de Batasuna, pero desde la precipitación. Es decir, el nacionalismo siempre ha sido nacionalismo, excluyente y totalitario. Sólo los complejos franquistas, tan presentes en el trato con los nacionalistas durante toda la transición, han hecho que la relación de los gobiernos con ellos haya seguido la senda de la cesión. No es el PNV el que está saliendo de la ambigüedad, son algunos constitucionalistas –no todos– los que están saliendo de la suya.

Desde esas premisas puede entenderse que se cite en fuentes gubernamentales que se descarta o no se contempla la aplicación del artículo 155. La Constitución es la base del Estado de Derecho. Se supone que está para cumplirse.

Es relevante en las declaraciones de Mayor Oreja la identificación del proyecto del PNV como totalitario. No el de Eta, que por supuesto. También el del PNV. Es del nacionalismo del que surge el terrorismo. El primero es la causa, el segundo el efecto. El PNV aspira a la limpieza ideológica y étnica. Tras Slobodan Milosevic, Ibarretxe representa el proyecto del último totalitarismo en Europa.