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Cristina Losada

Agradecimientos

El propósito de esta campaña es que se identifique a toda la derecha, así como a los medios y profesionales que critican con dureza la andadura del socialismo gobernante, o del tripartido ídem, con la extrema derecha, o con los ultras

Hasta los egoístas y neoindividualistas sentimos, alguna vez, la necesidad de agradecer a otros lo que han hecho por nuestro bienestar. Pues uno o, por lo menos, quien esto escribe, a pesar de su tendencia a creer que tiene razón, también padece la contraria, y siempre alberga dudas y se implica en reflexiones acerca de la justeza de las opiniones que vierte y de las posiciones que adopta. Y un buen modo de medir, no en detalle, pero sí grosso modo, la calidad moral e intelectual de las mismas, consiste en hacer la misma medición en quienes condenan ese ámbito de opiniones y posiciones. Es por ello que hay que agradecer el esclarecimiento que arroja, y la certidumbre que infunde, la ya larga campaña de ataques contra este periódico, contra su editor y contra la cadena COPE. Si a uno se le conoce por sus amigos, puede decirse que uno se conoce por sus enemigos.
 
Dicho de otro modo, si el autor del timo del capitán Khan y de un Código Penal nefasto, además de cómplice de un régimen que pisoteó la libertad, saqueó las arcas, arruinó al país y creó los GAL, está en un lado, será mejor estar en el otro. Si los comentaristas que ignoraron o encubrieron las trapacerías del felipismo, atacan con mentiras, se estará más cerca de la verdad entre los atacados. Si los medios que nunca critican al poder que los alimenta y los caricaturistas de ramalazo antisemita, declaran una guerra sucia, será más noble figurar entre aquellos sobre los que dibujan la diana. Es cierto que no siempre puede uno guiarse por dicotomías de esta clase, pero hay casos y momentos que no admiten ambigüedad. Como admite poca ambigüedad la catadura de algunos de estos atacantes que nos han salido.
 
He estado aplazando estos agradecimientos desde que leí, hace algunas semanas, un comentario de Soledad Gallego-Díaz en El País, sobre el Grupo Risa de la COPE. Era un artículo construido sobre una información que ya se sabía falsa, pero que no renunció a utilizar para untar con la negra grasa del “fascismo”, por la vía de las insinuaciones, a dicho Grupo humorístico, a la COPE, y a no sé qué páginas de Internet. Mejor dicho, a cuantas practicaran el ataque personal y la mentira contra el oponente, pero no lucieran la etiqueta de izquierdas. Pues en botellas de esa denominación de origen puede servirse cualquier clase de veneno, sin que a respetables periodistas y políticos se les excite la voz de la conciencia. El procedimiento que se empleaba en aquel artículo es similar al que se ha usado ahora con el incidente Bono.
 
El propósito de esta campaña es que se identifique a toda la derecha, así como a los medios y profesionales que critican con dureza la andadura del socialismo gobernante, o del tripartido ídem, con la extrema derecha, o con los ultras. No diré yo que estos que emplean ese arsenal tan limitado son de extrema izquierda. Es evidente que no lo son, aunque coincidan con sectores de ella en el abuso de la palabra “f”, o sea, el fascismo. Pero lo que no es tan evidente es lo que son. Podría decirse que son los altavoces de esa izquierda reaccionaria que ha diseccionado Horacio Vázquez- Rial. O que representan la ideología dominante y el retroceso político, económico y social. Sea como sea, los que hoy nos atacan para defender al poder, nunca defendieron la libertad. No la defendieron bajo el felipismo y algunos tampoco lo hicieron bajo la dictadura. Tal vez su principal rasgo común sea el antiliberalismo.
 
En fin, como sé quiénes, por qué y con qué nos atacan, agradezco. No porque con su campaña demuestren que desde este y otros lugares se les está haciendo daño, que eso, a mí, me trae sin cuidado. Se lo agradezco porque me confirman que estoy, centímetro más o menos, donde hay que estar. Extiendo ya por anticipado el agradecimiento a los que se incorporen a la cacería en el futuro.

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