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Juan Carlos Girauta

Blanco incapacita a Fraga

El capaz apparatchik ha sentado el preceto de que para ocupar un cargo hay que estar físicamente incorruto. Incapaz el hombre de las tres oposiciones, letrado en Cortes, diplomático y catedrático. Capaz el joven estratega de la mente en Blanco.

Fraga tiene motivos para echarse a temblar, Pepiño Blanco lo considera incapacitado. Díganle a don Manuel que cuando pise Madrid rechace cualquier invitación al servicio de urgencias socialistas. Parecía que les preocupaban las minorías; exhiben un farisaico respeto por las mujeres, los homosexuales, los inmigrantes. Por respeto han torturado el castellano con los españoles y las españolas, los ciudadanos y las ciudadanas, los jóvenes y las jóvenas.
 
Dando ejemplo paritario, Zapatero puso en Cultura a una prestigiosa intelectual de barroco discurso y respetada obra ensayística, en Vivienda a una innovadora que está a punto de recrear la paradoja de Zenón de Elea mediante la infinita partición de un piso. La vicepresidencia, para una prestigiosa jurista de fulminante carrera judicial. Nunca olvidan colocar a Zerolo, a modo de fetiche, entre el público que aparece detrás de los oradores en vez de aparecer delante, como solía hacer el público. Van a legalizar a cuanto extranjero demuestre que Interior ha querido expulsarle del país, llevando la creatividad al ámbito de los actos administrativos. Se les supone sensibles a las minorías.
 
Y, sin embargo, la tienen tomada con los viejos. No soportaban la visión del Papa y reputaban de una crueldad inconcebible que se le pusiera un micrófono delante a un enfermo sin voz, que se le moviera con plataformas y coches adaptados. Por amor a la Iglesia, intentaron sin éxito evitarle ese error a la cristiandad. A quién se le ocurre envejecer así delante de las cámaras. Olvidaban que, estando el Papa más sano que un roble, el bondadoso comunismo quiso dejarlo eternamente joven enviando un turcople a Roma con un mensaje de plomo.
 
Quizá les duela la vejez de Fraga, su dicción, sus andares, sus lagunas de memoria. Así que Blanco, sin amnesias porque no tiene nada que olvidar, lo ha incapacitado. Pronto llegará un sobre a la Xunta: Manolo, hay una carta para ti. Pero no será para visitar a Isabel Gemio sino para convencerle de que le ha llegado la hora, de que está inservible, caduco, fané. No es una incapacitación legal, ningún juez o parlamento aceptaría que Fraga no rige. Es la nueva capiti diminutio de Blanco.
 
El capazapparatchikha sentado elprecetode que para ocupar un cargo hay que estar físicamenteincorruto. Incapaz el hombre de las tres oposiciones, letrado en Cortes, diplomático y catedrático. Capaz el joven estratega de la mente en Blanco. Incapaz el que tenía –Felipedixit– el estado en la cabeza. Capaz lafrailade losanglicanismos. Incapaz el autor de decenas de libros. Capaz el recién licenciado Caldera. Incapaz don Manuel porque renquea. Capaces las del Vogue y Mister Bean. Es un nuevoconcetode capacidad.

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