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Juan Manuel Rodríguez

El chaparrón detrás del chaparrón

Propondrán que el Sevilla-Barcelona se juegue el 14 de mayo, cuatro días después de la final de la Copa de la UEFA y sólo tres días antes de la final de la Champions.

Todo es posible en la Liga del "y tú más". Si lanzan una aceitera desde la grada del Reyno de Navarra, Patxi Izco aduce para defenderse que no sólo se tiran objetos en Pamplona. "No os oí pedir el cierre del campo del Athletic o del Atlético". Pues el señor Izco oyó mal, o simplemente no oyó. El problema es que tiene que existir una ley clara, y alguien que la ejecute con mano firme. Porque cada club va a lo suyo. Es verdad que no se tiran sólo objetos en Pamplona, pero no lo es menos que allí siempre cae de todo cuando juega el Real Madrid. Y lo malo es que, entre todos, unos por interés, otros por dejadez y los más porque no va con ellos la fiesta, han convertido esa circunstancia en una tradición. Como las uvas el 31 de diciembre. Como las torrijas en Semana Santa. Como el roscón en Reyes. Cae una aceitera en Pamplona e Izco ni se altera, no se inmuta, no pasa nada. ¿Acaso no tiraron la cabeza de un cochinillo en el Nou Camp?

En la Liga del "y tú más" es también posible que Juande Ramos, que acaba de aterrizar en Sevilla como quien dice, trate de descalificar al Celta de Vigo con un hecho que sucedió hace tanto tiempo que ya nadie se acuerda de él. Y ahí anda Juande, entrenador hermético cuando quiere y le conviene, escarbando en la historia, remontándose a un descenso administrativo para defender lo que es sencillamente indefendible. El Celta hace bien en proteger sus derechos, del mismo modo que José María del Nido creyó estar defendiendo los de su club el día que aconteció el chaparrón más oportuno de la historia del fútbol mundial.

Naturalmente los clubes implicados amenazan ahora con acudir a los tribunales. José Luis Astiazarán, el hombre llamado a defender todas y cada una de las "sensibilidades" de la Liga de Fútbol Profesional, tiene la fea costumbre de defender algunas sensibilidades más que otras. De ahí que, forzado por un grupo encabezado por el propio Celta, se haya visto obligado a convocar para este miércoles una Junta de urgencia. Se va a montar un buen pitote. Y les estará bien empleado. Propondrán que el Sevilla-Barcelona se juegue el 14 de mayo, cuatro días después de la final de la Copa de la UEFA y sólo tres días antes de la final de la Champions. Otro chaparrón, sólo que éste no se soluciona ni siquiera comprando una bomba extractora de agua.

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