Menú
Víctor Llano

La camiseta y el cambio climático

Nadie se presentará en un mitin del PSOE con un pulóver en el que se vea la bandera de los Estados Unidos. La que les mola a los socialistas y a los comunistas españoles es la enseña de la tiranía castrista.

Confío en que no lo olviden las víctimas de los hermanos Castro y de sus generales. Esta semana, Zapatero agradeció gozoso que le regalaran una camiseta en la que se ven los rostros de dos asesinos en serie. En el  anverso, el Monstruo de Birán. En el reverso, el carnicerito de La Cabaña. O al revés. Tanto monta, monta tanto. Son dos caras de una misma moneda. La moneda de dos connotados terroristas que, a pesar de su crueldad, siguen siendo admirados por los que cuando les recuerdas el dolor de las víctimas te hablan de su abuelo y del cambio climático.

El presidente por accidente jamás aceptaría un obsequio que le pudiera identificar con George Bush. Lo consideraría una provocación. Nadie se presentará en un mitin del PSOE con un pulóver en el que se vea la bandera de los Estados Unidos. La que les mola a los socialistas y a los comunistas españoles es la enseña de la tiranía castrista. Sólo así se entiende que José Bono humillara a sus víctimas invitando a sus verdugos a desfilar por las calles de Madrid. Y es que el Gobierno de Expaña, lejos de denunciar la barbarie que sufren los cubanos, trabaja para los que pretenden gestionar el inmenso lupanar en que convirtieron la Isla que un día sirvió de refugio a cientos de miles de españoles.

Por muy mal que lo hagan aquí, a Zapatero y a sus muchachos les consta que estarán en el poder cuando muera Fidel Castro. Alguno de ellos asistirá al gigantesco funeral de la mano de Carlos Alonso Zaldívar. Poco después de enterrar a la momia, se reunirán en nuestra embajada en el apartheid comunista para hablar de negocios. Creen que ahora les corresponde a ellos enredar en La Habana. Ya enredan todo lo que les permite Hugo Chávez.

Es más de lo mismo. Negocios, mentiras y desprecio por el sufrimiento ajeno. Nadie ha de sorprenderse de las contradicciones en las que caen los que no atienden a otro principio que no sea el de mantenerse en el poder. Este sábado y en Montevideo, Moratinos se ha opuesto a que se construya un muro fronterizo entre México y Estados Unidos. Los muros los quiere en Melilla. Y los tiburones en el Caribe. Jamás preguntará por los cubanos que murieron tratando de escapar de los canallas cuyos rostros se ven en la camiseta que recibió con gusto Zapatero. Ni uno ni otro firmarán el documento que han suscrito los cuatro ex presidentes iberoamericanos que denuncian los crímenes de un régimen que agoniza.

En Internacional

    0
    comentarios