Francamente, antes de este alocado GP de Japón, muchos pensábamos que Alonso daría el golpe definitivo en el circuito de Fuji para empatar o superar a Hamilton en la clasificación de pilotos. Esta idea se reforzó mucho cuando a las 6:00 de la mañana vimos cómo caía una intensa lluvia sobre el asfalto, una situación que al español le conviene teóricamente mucho y a los demás les plantea mucho más problemas. Pues estábamos equivocados.
El inicio del gran premio fue bastante atípico, con el coche de seguridad durante unas muy aburridas 19 vueltas. Todo comenzó a ser muy difícil porque una cosa es conducir un monoplaza sobre mojado y otra muy distinta es hacerlo bajo un auténtico aguacero. La única oportunidad de Alonso era atacar en la primera curva después de entrar el safety. Pero la cantidad de agua y la mínima visibilidad hicieron ese trabajo imposible. Además, Hamilton era rápido y comenzó a estirar la diferencia. Aún peores fueron las cosas cuando los dos McLaren entraron a cambiar neumáticos y a repostar. Alonso quedó muy por detrás y teniendo que pelear posiciones con pilotos muy incómodos mientras que Hamilton no perdió tanto terreno, pese que invirtieron en boxes casi el mismo tiempo. Eso sin mencionar los toques que tuvieron respectivamente contra Vettel y Kubica, ambos bastante precipitados. Al final, el español sufrió un fuerte accidente y el británico ganó una carrera que lo pone como firme candidato al título.
Los Ferrari tuvieron un día de locos. Intentaron sorprender calzando neumáticos intermedios pero la jugada les salió mal por la intensidad de la lluvia. Aunque había que arriesgar, es verdad. Tuvieron que rectificar una vez y después entraron dos veces más. Pese a eso, ambos estuvieron al final dentro de los puntos y nos regalaron peleas muy intensas. Raikkonen con su compatriota Kovalainen y Massa con Kubica. Al final Kimi logró un importante tercer lugar que le permite presionar a Alonso en la clasificación.
El próximo domingo se corre en China, un circuito donde el asturiano tiene buenas actuaciones ya que ha estado en el podio en los dos últimos años (ganó en 2005). Pero eso es lo de menos. El problema es que ya no sólo depende de sí mismo. No sólo basta con ganar las carreras, sino que además debe esperar un abandono de Hamilton, tal vez el piloto más regular de toda la temporada.
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