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Martín Higueras

Victoria de estrategia y neumáticos

Con este resultado, el brasileño no sólo demuestra que está aún para ganar grandes premios sino que también es el rey de Turquía después de lograr su tercera victoria consecutiva con pole incluida.

Como era previsible –así ha sido desde el inicio del mundial y lo será hasta el final– Fernando Alonso ha completado un nuevo gran premio en el que su máxima pretensión era acabar en los puntos. No es que Barcelona haya sido un espejismo sino que sencillamente el R28 ha mejorado a un nivel muy similar que los demás. Pero al menos ha mejorado y ahora el desastre no es el mismo que todos presagiábamos después de las primeras tres carreras del año. No hay duda de que Renault nota la evolución gracias a las pruebas, entrenamientos y muchos kilómetros que hace el español, aunque la aerodinámica y suspensión también han hecho su parte. Este domingo poco más ha podido hacer y pese a que en la partida pudo adelantar a Raikkonen, pocas vueltas después se demostró claramente que la diferencia de motor entre Ferrari y la casa francesa es abismal.

Turquía es probablemente uno de los circuitos más atractivos de los "nuevos" que han llegado en los últimos años. La exigencia de los pilotos en Estambul Park es máxima, en especial en esa preciosa y exigente curva 8 que enlaza otras cuatro. Es ahí donde gran parte de la suerte de una carrera puede definirse aunque también es verdad que en la zona "lenta" –poco antes de la recta principal–, muchos pierden unos segundos preciosos. Como ejemplo, Hamilton no dejó de ser el más rápido en los primeros dos sectores, pero en la última perdía tiempo y por eso el sábado no logró una gran vuelta.

Este domingo hemos visto una carrera centrada en la estrategia. Hamilton fue el más arriesgado de todos y optó por tres paradas en lugar de dos, tal y como hizo el resto de la parrilla. Eso le permitió cargar en todo momento menos gasolina que los demás y arañar muchos segundos. Pese a eso, no pudo con el Ferrari de un Massa que se reengancha al Mundial gracias a una carrera casi perfecta, aunque en muchas partes de la misma el británico de McLaren lo puso en dificultades. De hecho, incluso logró pasarlo para alejarse hasta 5 segundos en muy pocas vueltas. Pero no fue suficiente y esas tres entradas a boxes –y sus consecuentes mejores vueltas– no lograron superar las dos de Massa, que además arriesgó calzando neumáticos blandos en sus dos primeros stints. Con este resultado, el brasileño no sólo demuestra que está aún para ganar grandes premios sino que también es el rey de Turquía después de lograr su tercera victoria consecutiva con pole incluida.

Pese a la superioridad de los Ferrari –Raikkonen hubiera peleado mucho más de no ser por una partida bastante mala– Hamilton ha demostrado que no está en McLaren por casualidad. Ha luchado en cada curva y se le ha visto muy agresivo regalándonos una emocionante pelea con Massa en buena parte de la carrera. Después de comenzar con mal pie el campeonato, está otra vez de vuelta y promete tener con sus dos principales rivales de la escudería italiana un duelo apasionante.

Mientras tanto, tiene que comenzar a preparar un GP de Mónaco donde el año pasado fue segundo. Fue ahí además donde comenzaron sus problemas con Alonso por unas supuestas órdenes de equipo que le impidieron atacar a su compañero de equipo. Por su parte, para Ferrari Montecarlo es un reto porque desde 2001 –cuando ganó Schumacher– ninguno de sus pilotos ha logrado salir con los 10 puntos. Pero su superioridad permite darles la calidad de favoritos esta vez, aunque sobre el asfalto del Principado se han visto cosas muy raras.

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