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Víctor Llano

De Madrid, sólo lo que necesita el tirano

De poco le servirá a Lasquetty pedirle a Moratinos que regañe a su amigo. Siempre encontró un pretexto para justificarle. Y no va a ser ahora cuando ponga en riesgo su sueño de enredar en Cuba después de enterrar al más anciano de los dos coma-andantes.

La tiranía castrista no permitió que una cooperante española responsable de un proyecto de la Comunidad de Madrid socorriera a sus víctimas. No dudaron en deportarla. El segundo apellido de Gracia Reojo Bacardí les recordaba lo mucho que robaron y destruyeron. Además, de Madrid sólo están dispuestos a aceptar medicinas y el auxilio del doctor José Luis García Sabrido. Y no para sus víctimas, para lo que quedó del estómago de Fidel Castro.

Así paga el diablo a quien le sirve. De poco le servirá a Lasquetty pedirle a Moratinos que regañe a su amigo. Siempre encontró un pretexto para justificarle. Y no va a ser ahora cuando ponga en riesgo su amistad y el sueño de enredar en Cuba después de enterrar al más anciano de los dos coma-andantes. Para desgracia de millones de víctimas vivió lo suficiente para ver cómo otro presidente de los Estados Unidos se despedía en Miami de un grupo de cubanos. Lo que no sabemos es si su sustituto los recibirá. Según la mayoría de las encuestas, lo más probable es que el próximo presidente prefiera recibir a Raúl Castro. Puede que cambie de opinión si por fin gana las elecciones, pero a fecha de hoy no podemos esperar que Barack Obama reciba a los dos futbolistas cubanos que se “perdieron” en Washington.

Jaime Bayly sí querrá entrevistarles. Lejos de la miserable actitud de los periodistas amanuenses al servicio de la gran patraña, Bayly no desprecia el sufrimiento de las víctimas que los carceleros califican de gusanos. De niño y en la escuela un grupo de pioneros me insultaban con el mismo calificativo. Una mañana me cansé y se lo dije al perro del amo que simulaba ser mi maestro. Me equivoqué de puerta. No era más que un niño. El esclavo sonrió y me contestó que la culpa la tenían mis padres por no consentir que yo perteneciera al grupo de los pioneros que me insultaban. No mucho después escapé de la Isla-cárcel. No tuve que escuchar lo de gusano por mucho más tiempo. Si no huyó en un neumático allí quedó el perro del amo. Puede que Moratinos lo conozca y se lo presentara a su jefe. Zapatero merece conocerlo. No por gusto le vende armas a la tiranía que le permitió simular ser mi maestro. No tienen dinero para obtener las medicinas que Castro necesita y piden a Esperanza Aguirre, pero les sobra la pasta para comprar armas, más cuando es un socio el que se las vende a precio de amigo.  

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