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Lo que le dé la gana al poder

Muchos españoles están dispuestos a hacer lo que le dé la gana al poder cuando las leyes, normas y decisiones que de él emanan vienen envueltas en una retórica de valores de buena apariencia.

mpab dijo el día 19 de Febrero de 2009 a las 16:19:

No extraña cuando tantas personas critican (tratando de disfrazar la envidia) que un fulanito tenga tal coche o tal casa o vaya a tal club, pero vean normal que los dirigentes se den lujos mucho mayores.

El detalle está en que la gente no repudia el coche de Touriño, el piso de Bermejo o que éste y el superjuez se diviertan en un area restringida para el resto de los mortales. Objetos todos ellos pagados por aquellos mortales a quienes les están prohibidos. "Por nuestra seguridad" está prohibido superar los límites de velocidad. "Es mortal" nos dicen, pero ellos son se dan el lujo de hacerlo y quedar impunes.
Los dirigentes meten a sus hijos en colegios privados, pero cuando al dueño de un negocio le va bien y hace lo mismo saltan todos (incluso los dirigentes) a llamarlo "pijo de m..."

Esa mentalidad de que todos debemos ser iguales o tener lo mismo excepto los dirigentes les viene de perillas a quienes nos quieren calzar un régimen soviético. Ese afán de preferir que todos seamos miserables con tal de que no haya ricos y pobres es absolutamente suicida, y me preocupa que cada vez más gente parezca preferir la primera opción.

Hay un cartel del sindicato en el Hospital Ramón y Cajal que protesta la intención de hacer un área única de salud en Madrid (de modo que la gente puede elegir libremente su hospital) y entre otras perlas indica que está en contra porque eso "fomenta la competitividad entre profesionales". Es quizá una de las cosas más mediocres que he leído en años. Hay gente que sueña con un país de puros funcionarios atornillados.

prusadir dijo el día 19 de Febrero de 2009 a las 11:40:

" Lo que le da la gana al poder" es consecuencia de la dejacion de una oposicion que no ejerce como debiera, de la renuncia de principios de los que ocupan algunos cargos en movimientos ciudadanos que piensan que acatar lo que dice el poder es bueno. Los principios deben estar por encima de prebendas, claro esta que para eso hay que tener una formacion moral a prueba de "progresismos".

Vendeano dijo el día 19 de Febrero de 2009 a las 10:04:

Es una cuestión de valores y precios. Todos coincidimos en que los derechos civiles son más valiosos que esos nuevos "derechos" de enésima generación, pero también son más caros (precio), pues exigen un auténtico sacrificio personal, un plantarse y un descararse frente a lo políticamente correcto, con los costes asociados. En cambio, comprar la mercancía progre es muy barato, pues nadas a favor de corriente. El capital moral, moverse y pensar con criterio propio, es una disciplina costosa. Cuando hay poco o ningún capital moral (caso de la masa), sale muy bien comprar un euro de moralina progre y exhibirla. El bibelot todo a cien, la literatura de evasión y la pose progre, todo responde a lo mismo: exhibirse, aparentar y no ser, al menos mientras la realidad no nos obligue.

Munzenbe dijo el día 19 de Febrero de 2009 a las 00:53:

La izquierda en el poder se sigue viendo a sí misma como "rebelde". Son rebeldes contra el franquismo, contra la Iglesia, contra la omnipresencia del castellano, contra las imposiciones de hace 50 años.

La nueva ortodoxia, la nueva tiranía, está hecha de "rebeldías" desfasadas en medio siglo.

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