Si lo que dice el etarra en el libro de Reinares es cierto, Arzalluz ha cometido un delito gravísimo. ¿Dónde están los fiscales? ¿Qué pasa, que aquí unos, los políticos, pueden decir lo que les sale de los cojones y no pasa nada? Y más que decir, pueden ordenar (sí, ordenar, no incitar a) poner bombas y siguen cobrando de los impuestos.
¡Ah, claro; la Audiencia Nacional está muy ocupada procesos a Pinochet, Guantánamo, China, etc.!
¡Qué gran país es España que puede con esto que se ve y con muchísimo más que va subrepticio, que no conocemos pero que, en nuestro fuero interno, sabemos que corre por las cloacas!
La gente que trabaja honradamente en este país no se merece a estos políticos, a los que costea su lujoso tren de vida: ni a los del PSOE, ni a los del PP, ni a los de IU, ni a los de ningún otro partido.
Como bien decía Costa, España lo que necesita es una mano de hierro. Y pensamiento fuerte.
Lo de Reinares lo recuerdo de hace muchos años y de boca de Juan María Bandrés en una entrevista. Y fue a propósito de cuando estaban pensando en el abandono de las armas y la reinserción de lo poli milis, lo que luego daría lugar al partido Euzkadiko Ezquerra. Arzallus los animaba a seguir matando para negociar un estatuto al alza.