Tras leer su editorial, ruego a Dios que les oiga y ponga un poco de orden y decencia, no sólo en el órgano judicial, sino en todos los estamentos de la Nación.
Tras leer su editorial, ruego a Dios que les oiga y ponga un poco de orden y decencia, no sólo en el órgano judicial, sino en todos los estamentos de la Nación.
Tachar de franquistas a los acusadores, treinta años después de la muerte de Franco no es ironía. Es peor. El exnúmero dos en las listas del PSOE manifiesta una clara animadversión hacía el franquismo, una obsesion enfermiza ¿Puede en este caso un juez tan parcial y obsesionado instruir una causa contra el franquismo? No tiene competencias, y si las tuviera debería inhibirse. Sin duda este pensamiento obsesivo ha inspirado su comportamiento y le ha llevado a ser acusado razonablemente de prevaricador. Aquí si podría encontrar una buena linea de defensa, en su pensamiento obsesivo cotra Franco. Que se lo haga mirar por un forense, porque podría ser que sus excesos tenga origen en su estado mental, que podría utilizar como atenuante. Que se lo haga mirar