vamos a ver es que no tiene por qué ser lo opuesto, que no haya un estado de las autonomías no significa que tenga que haber un estado centralizado. El primer error del estado de las autonomías es la división desigual de las autonomías, no puede ser que haya autonomías con 8 millones de habitantes y otras con 400 mil habitantes, no puede ser que castilla y león acumule el 20% del territorio, por muy pocos habitantes que tenga castilla león, por ejemplo, necesita mucho dinero para poder vertebrar su territorio con infraestructuras, sin embargo país vasco o la rioja, cuantos km de autovías o trenes necesitan??Por otra parte, este sistema autonómico no es descentralizado, sino polarizado, andalucía, es un territorio fuertemente centralizado en Sevilla. Tampoco este sistema autonómico tiene ventajas para los ciudadanos ya que el estado ha cedido derechos individuales de los ciudadanos a los caciques de turno, en un estado descentralizado, el gobierno central debe ser el garante de los derechos, pero vemos como en cada comunidad se ven sometidos al cacique particular. Otro punto es la financiación, si las autonomías acumulan tantas compentencias, lo justo sería que se autofinanciasen y no que todas pongan el dinero común y el estado central lo reparta. Este estado autonómico se quedó a medias entre una cosa y la otra. En cualquier caso el estado autonómico en un sistema liberal, es perfecto, nada que objetar, si los andaluces tuviésemos que financiar los derroches y las subvenciones de la junta de andalucía durante estos 30 años, seguramente chaves no se hubiese retirado vivo de cacique andaluz sino que habría sido derrotado en unas elecciones. Yo creo que una división administrativa del territorio, en base a criterios geoestratégicos, económicos y demográficos sería lo más adecuado y no criterios históricos, que en su mayoría son falsos e inventados. Una vez hecha la división, un reparto de competencias lógico y responsable y una descentralización auténtica, que no se quede en las autonomías, sino que llegue a las ciudades y ayuntamientos, que el poder sea realmente cercano al pueblo. Y en lo económico, por supuesto autofinanciación, todas las autonomías aportan un % al estado central para las competencias correspondientes y el resto se autofinancian de los impuestos recaudados en los territorios, al igual que los ayuntamientos. En realidad es tan sencillo como imitar el modelo americano. Todos los estados dan una base al estado y luego cada estado y cada ciudad recauda sus impuestos. Y para qué sirve el estado central? pues es el garante de la seguridad y los derechos, que es para lo que deberían estar los políticos.
Creo que el artículo es provocador. Una y otra vez se demuestra que el sistema autonómico, no funciona. Las prioridades de los políticos son completamente ajenas a las reales necesidades del ciudadano. Alguien ha informado, a estos políticos de turno, que España es un país rico y ellos viven como si efectivamente lo fuera, gastando en las cosas más improductivas y caprichosas, pero cuando se rasca un poquito tenemos el panorama real del país: funcionarios de plantilla mal pagados, funcionarios de dedo como príncipes, ejercito insuficiente y mal pertrechado, policía y guardia civil con sueldos de miseria, investigación por los suelos, becarios año tras año trabajando sin retribuciones oficiales, ni seguridad social, jueces desfondados por la falta de medios, etc. etc....Pero todas estas personas son la realidad del país y no los coches de lujo asignados a cargos inoperantes, las tarjetas VISA, los gastos pagados, los viajes más exóticos sin ningún beneficio para el contribuyente y todo este aparato político propiciado por las atonomías.
En principio paracía algo bueno, pero a la avista de lo visto, me he arrrepentido de haberla votado. Dieciocho parlamentos que nos sale por "un ojo de la cara", una imponente corrupción, tráfico de influencias, cargos dados a dedo, etc. Vengan a Andalucía. Sin embargo Vdes. solo habla del caso Gürtel. En la noticias de TV, no hablan de otras corrupciones ¿por que?
No estoy en absoluto de acuerdo, un poder omnimodo centralista tiene sus ventajas, la primera es la seguridad e igualdad jurídica, la segunda es su bajo coste, la tercera es que hay claridad de competencias.
Sin embargo con el reino de taifas tenemos todos sus defectos, omnimodo, controlador, centralista, no hay nada más centralista que una autonomia en su territorio, etc, y sin embargo perdemos las ventajas, no hay seguridad jurídica, puedes tener el visto bueno del estado central, y la autonomia y llega el Ayuntamiento y te hunde, o el ayuntamiento de acuerdo y el gobierno regional lo tira todo, etc las combinaciones son infinitas. Al final se pelean entre ellos pero el ciudadano recibe las tortas de todos.
La igualdad ante la ley es una entelequia, hasta el más negado legisla, lo que lleva a una hiperinflación de leyes todas diferentes, además la separación de competencias es imposible, los ayuntamientos sin competencias en telecomunicaciones se dedican a mangonear sobre ellas mediante normas medioambientales, urbanísticas, etc. Para finalizar además de un coste desmesurado tenemos un problema añadido, nunca hay responsable, unos tiran las responsabilidades sobre otros y al final nadie es responsable.
En fin todos los defectos y ni una sola ventaja.
Hoy es de las pocas veces que no estoy de acuerdo con Dña. Cristina. Sus argumentos a favor del sistema autonómico son ciertos, pero, como apunta ella misma en el artículo, en el plano teórico. Un sistema como este aunque aparentemente sea bueno, si la práctica nos demuestra que puede degenerar en lo que ha degenerado a voluntad de los políticos hay que considerarlo pernicioso. Otra cosa sería si estuviese blindado a la voluntad política de manipularlo, como no es así, insisto, resulta pernicioso.
AUTONOMIAS, DESPILFARRO CORRUPCIÓN.
¿Son necesarios diecisiete parlamentos y sus consiguientes sueldos, dietas, el gran número de coches y sus chóferes, despachos, viajes,ornamentos, canonjías, nepotismos, y "distracciones de dinero"? Ese dinero sale del sudor de los españoles. Cada vez somos más quienes tenemos la sensación de que los políticos se lo están comiendo todo.Sólo hay que ver lo "beautiful" que se vuelven todos al poco tiempo de entrar a "servir" a los ciudadanos.
UNA COSA ES DESCENTRALIZAR SERVICIOS Y OTRA ESTA ODIOSA FARSA QUE TENEMOS ACTUALMENTE.
Coincido con la autora. Pero voy más allá.
Pienso, por ejemplo, que las competencias sobre educación deberían ser retiradas a los gobiernos regionales. Pero no para que las asuma el gobierno central, sino para devolverlas a sus legítimos titulares: los padres de familia.
Querida Cristina, voy a parafrasear al anterior alcalde de La Coruña, Paco Vázquez, cuando dijo que "antes teníamos un centralismo y ahora tenemos 17 centralismos".
Las autonomías son un auténtico CÁNCER para España y para los españoles. Los defectos que mencionas se evitarían con una Ley Electoral justa con listas abiertas, donde cada diputado fuera dueño de su voto en el parlamento, donde hubiera justicia independiente, etc.
En una auténtica democracia el capitán Zeta no podría hacer los desmanes que está haciendo.
El estado autonómico HA FRACASADO, y cuanto antes caiga, mejor. Es infinitamente mejor un centralismo (invento moderno) con democracia que este régimen dictatorial que padecemos disfrazado de democracia.
Un abrazo desde La Coruña.
lástima que no se vea en ninguno de los políticos que padecemos el sentido de la responsabilidad institucional y la honda comprensión del principio de división del poder -también territorial- como condición necesaria para la libertad de los ciudadanos, que expresa este artículo.
Y el sentido de la oportunidad paradójica: no es el mejor momento, por lo que sí lo es. NI una partícula de demagogia en un terreno fertilísimo a esta mala hierba.