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Corrupción: el caso español

Hay un momento, concebible en democracia, en el que la corrupción alcanza tal punto, y tan estratégico, que hace muy difícil la aparición de una alternativa política que se ofrezca a reducir la corrupción.

ManuelMP dijo el día 2 de Noviembre de 2009 a las 19:58:

Tiene toda la razón. Somos un país de medio pelo.

gespenst dijo el día 1 de Noviembre de 2009 a las 18:04:

José María: Bienvenido a Argentina. Felicidades por el artículo.

Agal dijo el día 31 de Octubre de 2009 a las 21:07:

El artículo, no contempla nuestra triste realidad, los partidos políticos, en cuanto a corrupción, no ofrecen, ninguna alternancia. Todos son iguales, lo peor de cada familia, el que no ha estudiado, el vago y el golfo, para poder salir de casa, se han afiliados a los distintos partidos, con el único objeto de poder decir un día: ¿Qué hay de lo mío...? Y una vez obtenido "lo suyo", no ponerse a servir a quién le votó, sino a sus bolsillos y los de toda la "panda" que les suele acompañar. Hay quién dice que todos no son así, puede ser, pero desde luego no se dan da baja en estos partidos y cuando obtienen el poder, como pasa en Cataluña, no destapan las corrupciones del gobierno anterior, las tapan (el 3%) e intentan aumentar la pelota corrupta, sabiendo que nadie les "trincará" y saben que los tribunales de justicia y sobre todo de cuentas están sometidos al poder político y que a nadie le interesa destapar la olla, que en este caso verdaderamente es "podrida"...

lluviaen dijo el día 31 de Octubre de 2009 a las 10:11:

Con todos mis respetos, no sé como puede comenzar el artículo de manera tan desacertada."La democracia es un sistema político en el que la corrupción juega un papel central".

Es justo al revés, la democracia es el único sistema que garantiza(gracias a la separación de poderes) que los casos de corrupción se redecen a la mínima expresión, y además, ahí sí, el que la hace la paga.

Lo que pasa es que confunde usted oligocracia con democracia. En la oligocracia-que es lo que tenemos-, la corrupción no es que sea probable, es INEVITABLE. Y por eso mientras no cambiemos las reglas del juego político, seguiremos en erre que erre