La villa de Madrid fue reconquistada en 1085 y el mayor esfuerzo fue llevado a cabo por las huestes segovianas que, trepando como "gatos" por la muralla del Alcázar, obligaron a su rendición.
Estos segovianos, a los que correspondería realmente el apelativo de gatos, quedaron en Madrid, estableciéndose en las proximidades de la muralla, por lo que a esa zona se la dio en llamar Calle de Segovia.
En cuanto a la Estación del Norte, su nombre viene dado por la compañía explotadora: Caminos de Hierro del Norte de España.
La explotación de los ferrocarriles fue, en principio, de carácter privado, existiendo diversas compañías con con distintas concesiones: la ya citada del Norte, MZOV ( Madrid-Zamora- Orense-Vigo), MZA (Madrid-Zaragoza-Alicante), el Carreño en Asturias, el Vasco_Asturiano, etc. Cada uno disponía de sus propias vías, instalaciones, medios y personal.
Posteriormente, dado lo ruinoso del mantenimiento de las vías, así como la prestación de servicios de carácter estratégico o social, de dudosa rentabilidad, llevó a su nacionalización con la creación de RENFE en primer lugar y, posteriormente de FEVE. De hecho nacieron como compañías potencialmente deficitarias y así fue.
Los bulevares de Madrid, que constituyeron su primera vía de ronda, no son, efectivamente bulevares, pero en su día sí lo fueron. Fue el aumento desmedido de la circulación, en ciudades antiguas donde no estaba previsto el fenómeno automovilístico, lo que obligó a prescindir el paseo central. Es tambíén, por ejemplo, el caso del Paseo de la Independencia de Zaragoza, que ya ni es paseo, ni es "ná".