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Dr. Enrique de la Morena

Tumores benignos de pulmón

La feliz sorpresa fue que era benigno y que la prueba del PET-Glucosa había dado lo que conocemos en medicina como un "falso positivo".

Han sido muchos de los lectores de Salud en Libertad Digital tanto nacionales como extranjeros, pidiendo que escribiéramos sobre la patología pulmonar que le han diagnosticado y tratado a su Majestad el Rey Juan Carlos I de España.

En uno de los reconocimientos anuales que le practican al Rey, le encontraron que un nódulo en el vértice derecho del pulmón que había aumentado de tamaño con respecto al año anterior. Hay que señalar que es frecuente encontrarnos en una radiografía con nódulos calcificados por procesos de primo infecto de tuberculosis sin ningún peligro ni trascendencia; ahora bien, si ese nódulo ha crecido debe ser estudiado para averiguar qué es, pues por lo general se trata de tumores de pulmón.

¿Qué es lo que en estos casos recomendamos los médicos? Hacer una prueba de diagnóstico por imagen llamada PET-Glucosa, que indica si es un tumor maligno o benigno. ¿Y qué sucedió en este caso? La prueba dio positiva y se impuso el tratamiento quirúrgico para extirpar dicho tumor. La técnica empleada es la indicada en estos casos pasa por extraer el nódulo tumoral y mientras el enfermo se encuentra en el quirófano, practicar el estudio anatomopatológico de la muestra para informar al cirujano de qué tipo de tumor es (maligno o benigno). La feliz sorpresa fue que era benigno y que la prueba del PET-Glucosa había dado lo que conocemos en medicina como un "falso positivo". Así, los cirujanos procedieron a cerrar la herida y empezaron una semana después las pruebas de rehabilitación respiratoria. Una vez estabilizada y normalizada la situación, el monarca ha sido dado de alta y en unos días empezará a llevar a cabo su vida normal.

Esta patología la estamos diagnosticando cada vez con más frecuencia tanto entre mujeres como entre hombres fumadores.

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