En realidad es ETA quien le quita la máscara al gobierno oscurantista de zapatero para que apresuradamente se la vuelvan a colocar los socialistas, so pena de que se descubran las intenciones pactadas de las dos partes criminales.
ETA presiona a sabiendas de que lo que se pretende ocultar podría significar aclarar todo los sucedido estos años y reclama el precio de esa complicidad mantenida este tiempo, incluso para facilitar que el peor presidente contra España llegara a gobernar.
Los mafiosos etarras no han de ocultar sus criminalidades para aparentar honradez, pero sí esta camarilla zapatera que sigue ocultando la naturaleza de las negociaciones y el fin último de éstas complicidades evidentes.
Es obvio que la era zapatera está entre la espada y la pared- no sería nada extraño que sucediera otro de esos “golpes sorpresa” en los prolegómenos electorales-, siendo la pared esas circunstancias de un desgaste que puede apear al Psoe del poder , y la espada el acompañante en este viaje oscuro que es ETA, con intereses muy afines a quienes pueden concederles todo lo tratado en reuniones secretas. El problema es que la banda asesina es acreedora que no admite que el pagador se quede sin crédito. Por eso muestra intenciones de esa delación que podría suponer para zETAp el descubrimiento de toda la trama encubierta y que ya muchos millones de españoles sospechamos.
La prepotencia de ETA contrasta con la anuencia de zETAp para que, una vez más, el terrorismo forma parte de la instituciones alimentándose en la impune fortaleza que supone acceder a las arcas del estado y que está firmada, muy seguramente, desde antes del 11-M.
La meta volante son las elecciones municipales para no acabar el viaje antes de tiempo, conscientes de las muchas dificultades que significa que los subterfugios hayan aflorado a la superficie. Por eso no son de extrañar las maniobras vergonzantes e injustificadas de manipulación. Ambas partes criminales se lo juegan todo en este último tramo y lo descarado es ya moneda de cambio corriente para culminar el pago de lo que está acordado pese a todas las dificultades añadidas con el paso del tiempo.
Estoy hasta las narices que digan-digais lo de ETA "colándose en las instituciones". No se cuela, el Gobierno la mete a calzador, le debe un favorazo del 11M apoyando la infraestructura de la masacre y además a ETA le conviene este Gobierno-títere-traidor.
NI CASUALIDAD NI COMPLICIDAD
Ambas podrían tener un denominador común: APACIGUAMIENTO. Víctima de su carácter, éste ha arrastrado a Zapatero ser nuestro Chamberlain del Múnich del 38. Si nos adentramos en el seno de la ciudadanía vasca, con su fuerte sentimiento etnocentrista, el apaciguamiento se nos muestra como la única política contemplable. Así ha sido asumido, por razones políticas tan espurias como las que adoptó cuando el Estatut, por Zapatero. ¿Será Rajoy nuestro Churchill?. Muchos lo dudan. Algunos todavía confiamos. No considero necesario para explicar los sucesos que se muestran como concatenados en el editorial la suposición de contubernios explícitos entre el Gobierno/PSOE y ETA/ Batasuna. Simplemente serían el resultado del "appeasement" zapateril.