Desde el 11-14M siempre he pensado que rubalcaba era quien movía los hilos socialistas. "Aparta muñeco, que esto es cosa de hombres" Le dijo en aquella ocasión al logotipo que habían puesto para engañar a los votantes, y el capo acaparó todos los poderes.
Luego ha ido disimulando hasta que la situación se ha vuelto insostenible y ha tenido que apartarlo otra vez. "Fuera, logotipo, ya no nos sirves".
La elecciones las tienen perdidas, pero lo que el rugal no va a permitir es que se le desahaga el partido como les ocurrió a los sociatas alemanes.
Su objetivo es conservar los seis millones de votos ultras del socialismo. Aspiraciones más ambiciosas solo pueden imaginarlas otros logotipos cuyos valores electorales no van más allá de prometer "cosas maravillosas", algo que pudiera funcionar, pero ya no en el país de los 5 millones de parados.
Si fuéramos Europa y no una prolongación magrebí, el dia 23 de los corrientes habría dimitido aquí hasta el aparcacoches de Moncloa.
Pero en España no se estila eso de dimitir, sería hacerle un feo a quien te nombró con tanto cariño.
Y mientras el Mono del Anís en todas las portadas, la ministra caqui sollozando, el Muerto sin enterrar y todos brindando con Cava Rubal.
Que siga la fiesta!.
Tienen que rehabilitarle para que sus sucesores no parezcan cómplices de un fracaso. Deben presentarse a las elecciones como compañeros de viaje del presidente más demócrata el que tuvo más cuidado en mantener el estado de derecho, el más preocupado por la igualdad de la mujer y no sé cuantas cosas más. Todas buenísimas, si no fuera porque la verdad les desmiente. Pero intentarán que la memoria colectiva, siempre débil, borre de su recuerdo lo malo- casi todo- y deje presente sólo lo que ellos quieren imprimir en esa revisión histórica. Son los reyes de la propaganda. Y eso lo hacen como nadie.
Muy buen artículo, Cristina.