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Los réditos del apaciguamiento

Obama imaginó que su don de gentes y su sensibilidad exquisita hacia el islam persuadirían a los mulás de renunciar a su programa armamentístico. Ellos se resistieron a sus encantos eligiendo, en su lugar, convertirse en potencia nuclear.

jotaelep dijo el día 21 de Diciembre de 2011 a las 10:43:

Error tras error.Si amaneces cordero,otro amanecerá lobo.La política,expresión sinuosa de la naturaleza humana,está obligada a considerar cualquier hipótesis;sobre todo,las manifestaciones más bajas y miserables de esa naturaleza humana,que son las más comunes,tanto en individuos,incluídos líderes,por supuesto,como en naciones y regímenes.
Obama,ni ningún político,tiene derecho a poner la otra mejilla en nombre de toda una nación.Al contrario;tiene que ser pétreo,duro y mirar fijamente al enemigo para decirle ¡NO!.Debe sacrificar todo atisbo de buen talante para que los ciudadanos de la nación que dirige sean lo tiernos y condescendientes que quieran con el vecino de la casa de al lado y pongan,libremente,las mejillas que quieran, o no,dejando el asunto a las leyes internas.Un líder no tiene que ser necesariamente ejemplar,excepto en la honradez que debe a los que le han votado y a sus dineros.