No dan salidas al malestar ciudadano frente a los trapicheos y componendas. Pero al final surge algún canal inesperado, y eso acaba siempre a lo bruto, como en el 31.
Quien concede relevancia en nuestro sistema politico a los partidos, sindicatos y organizaciones empresariales es la puta constitucion de la que gozamos, origen verdadero de todas nuestras desgracias.Por eso ya es hora de decir que, o acabamos con ella o ella acabara con nosotros.Si como ley ya era un engendro juridico cuando el señor Fraga y otros la redactaron, su desarrollo posterior nos demuestra que, ademas de basura legal, era una bomba de relojeria contra la existencia misma de España como nacion.
«Obsecuencia». ¡Qué bonita palabra! No la conocía. Me sabía «obsequiosidad» y «condescendiente». Muy chula. Bravo.
«Contribuyente» es una palabra muy peligrosa. Recoge dos ideas muy distintas: una es la de dar lo que estás obligado a dar, y la otra es dar algo que voluntariamente quieres dar. Por ejemplo, se puede contribuir a una recaudación de fondos para la una asociación de niños víctimas de enfermedades raras (esas que tienen escasa incidencia estadística, caros tratamientos y sobrecogedoras consecuencias). La primera idea, en cambio, tiene más que ver con explotación negligente y destructiva de un recurso. Por ejemplo, hace siglos, en Irlanda había muchos alces y gamos. A los irlandeses les dio por cazarlos, y ahora ya no se puede cazar. Además, las razas de perros que se empleaban también están desapareciendo, porque no tienen ya utilidad. Y los animales que cazaban gamos también se extinguen, porque no pueden adaptarse a comer otras cosas. Cuando en algunos pueblos se recolectan bayas de ciertos arbustos para hacer tintes o licores, existe la buena costumbre de dejar una parte de las bayas en cada arbusto sin recoger, a fin de que los pájaros y otros animalitos puedan comerlas, y para que los arbustos no desaparezcan. ¿Cómo llegaron a desarrollar esta inteligente costumbre? Tras comprobar que cada vez había menos arbustos y que algunos ya no se encontraban. Además, cada vez había más pájaros atacando campos de cereal. Lo mismo pasa con los impuestos: las tetas de los ciudadanos no dan leche infinitamente. Convendría que los gobernantes entendieran este sutil concepto del equilibrio, y que la austeridad no es algo duro, triste, lamentable, sino algo inteligente, necesario, útil.
Buen artículo.
Abajo la prepotencia sindicateril, y que devuelvan el patrimonio inmobiliario que detentan
Que sigan así, que sigan. Han empezado mal y pueden acaban aún peor.
¡Y yo que creía que no se podían hacer peor las cosas que con ZP...!
Qué equivocada estaba.
Aunque el país se vaya aborregando sin remedio también está creciendo una ciudadanía, aún minoritaria, que está harta de sectarismos y de ideologías. Queremos un buen gobierno.
Y eso empieza por respetar lo que has prometido en campaña. Por respetar a esa parte sustancial que trabajamos y nos sangran a impuestos que raramente llegamos a disfrutar porque estamos a eso, a producir, y no a vivir del cuento.
Eso para Chaves, Griñanes y especímenes varios.
Las urnas les pueden dar a ellos el mismo batacazo que se llevaron los sucios de antes. Y que no nos vengan con el cuento de que ha sido por implementar medidas desesperadas pero muy necesarias...
Exactamente señor Pablo, eso es lo que yo siempre me he preguntado ¿a santo de que en España los sindicatos dictan leyes?
Nunca nadie nos ha explicado en que se basa ese desproposito, quien lo ha decidido ni cual es el motivo.
¿Acaso las asociaciones de conductores establecen la ley de seguridad vial o el codigo de circulacion? ¿acaso las asociaciones de agricultores dictan leyes del ministerio de agricultura? ¿acaso las asociaciones de medicos regulan en el ministerio de sanidad? ¿o las asociaciones de hosteleros establecen normas en su ambito? ¿no verdad?
Entonces ¿a santo de que los sindicalistas regulan las leyes de trabajo del resto de españoles? si ademas para mas inri, solo representan a una infima parte de trabajadores, sobre un 15% que son los afiliados a sindicatos.

Creo que más claro, agua. Y es que no hay día en que la casta política quede en evidencia. Es lamentable que, empero, pocos medios lo reflejen. A veces sólo L.D. Y es que somos pueriles, utópicos, irreflexivos, ...., según doctrina del sabio columnista.