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Miguel Ángel Almodóvar

El pastelero de los hermanos Bécquer

Prim fue visto o percibido en su tiempo como un héroe militar, como un conspirador nato, y, según para quién, como un peligro para el mantenimiento del statu quo de los poderes y privilegios seculares o como una esperanza de regeneración de un Estado monárquico devenido en "Corte de los milagros" y estruendo de espadones gotosos, pero los hermanos Bécquer, parapetados en el anonimato del acróstico SEM, le parodiaron como a un laborioso pastelero.

En la Biblioteca Nacional se custodian 89 acuarelas, en su mayoría erótico-pornográficas, firmadas como SEM, V. SEM y SEMEN en solo dos de ellas, que desde el 25 de diciembre de 1870, dos días antes del atentado contra Prim en la calle del Turco y tres después de la muerte de Gustavo Adolfo Bécquer, se sabe que fueron realizadas por éste y por su hermano Valeriano. Y es así porque lo contaba el semanario "político satírico" Gil Blas en día de Navidad de aquel año fatídico: "Ha muerto Gustavo Adolfo Bécquer, cuando apenas hacía tres meses que dejó de existir su hermano Valeriano. La suerte ha sido despiadada con estos dos artistas, que tantas esperanzas hicieron concebir a los amantes de las letras y las artes. Contra su costumbre, "Gil Blas" no puede hoy menos de consagrar un recuerdo a la memoria de quienes, en la primera época de esta publicación, ilustraron sus columnas con dibujos que llevaban la firma de SEM". Respecto a la imprecisión de la referida "primera época", cabe señalar que Gil Blas, fundada por los periodistas Manuel del Palacio y Luís Rivera, empezó a publicarse en diciembre de 1864 y su edición cesó hacia septiembre de 1872.

Aproximadamente en la mitad de los dibujos aparece la reina Isabel II como una irrefrenable ninfómana, lujuriosa y protagonista de actos de libertinaje. Llegan al extremo de presentarla copulando con un pollino de las caballerizas palaciegas. Francisco de Asís, su marido, rey consorte, popularmente conocido como "Paco Natillas y "Paquita la culona", es representado en un 30% de las acuarelas y en dos tercios de las mismas adornado con una cornamenta de concurso cinegético. Otro 27% están dedicadas a Carlos Marfiori, sobrino de Narváez y amante de la reina cuando la revolución de 1868 les sorprendió a ambos tomando los baños en Lequeitio, y con quien Isabel se retiró a vivir en el Palacio de Castilla, sito en lo que hoy es la parisina Avenue Kleber, mientras que el rey consorte se instalaba con su secretario, Antonio Ramos de Meneses, en el castillo de Épinay. Una sexta parte la protagoniza otro de los reales amantes, Luis González Bravo, Presidente del Consejo de Ministros desde el 5 de diciembre de 1843 al 3 de mayo de 1844, y en la misma proporción figura Sor Patrocinio, "La monja de las llagas", mientras que el confesor real, el padre Antonio María Claret, sale a escena en el 25% de los temas. Por último, y esto viene a ser aquí la sustancia, Juan Prim y Prats, es el centro de seis de los dibujos humorísticos de los hermanos Bécquer.

En la acuarela 9 b, Prim aparece disfrazado de número uno, con un portafolios bajo el brazo del que emergen bayonetas y manejando un plumero con el que dirige a cuatro soldados que son ceros tocados de gorro militar y presentando armas. Los SEM la titulan "La unidad militar" y en la leyenda al pie se dice: "Ahora que ha conseguido el primer puesto (lógicamente se refieren a su cargo como Ministro de la Guerra durante el gobierno provisional), es cuando se acuerda de enseñarles la disciplina".

La segunda, que hace el número 33, representa a Prim desenvainado la espada mientras González Bravo toma el camino de exilio hacia Francia cargado de dinero. El título de la acuarela, "Ya gané", evidentemente referido al general que llevó al triunfo la revolución de1868, y la iconografía del otrora Presidente del Consejo es el reflejo de la fama de ladrón que los Bécquer le atribuyen en bastantes otros de sus dibujos y que por ejemplo se acredita en la requisa que la Junta Revolucionaria hizo en una de sus casas, la de la calle de Serrano, donde vivía una de las dos queridas oficiales del preboste.

Y es en la acuarela 38 donde el general aparece claramente en la condición que los hermanos le otorgan bajo el explícito título de: "Excelente pastelero fue el célebre Juan Plumero". Prim, ataviado con un mandil y tocado con el típico ros identificativo, está preparando tartas. Una de ellas lleva la fecha de junio de 1866 y la grande, marcada con la inscripción de enero de 1868, se remata con una calabaza coronada. En el fondo aparece un horno de pan y un escudo en el que puede leerse África y México, lugares que evidentemente indican sus éxitos militares.

En la número 46, que lleva como leyenda: "Il est très content de soi,/ Il fait les premiers pas/ Pour se faire des danseurs... roi", el protagonista es el joven aspirante a la corona, Alfonso XII, quien se sitúa en el centro, sobre un pedestal y tocando el violín; mientras que a su derecha aparece Nicolás María Rivero, diputado progresista y fundador del Partido Democrático, representado como un pellejo de vino con un embudo en la cabeza; y a su izquierda un burro con las iniciales de Ruiz Zorrilla, Ministro de Fomento y de Gracia y Justicia durante el gobierno provisional, y sobre él, Prim, como cabeza de un gran pavo real. Al fondo, en el cielo y como un espectro, el rostro del emperador de Francia, Napoleón III.

Prim vuelve a ser actor principal en la acuarela 56, titulada: "Gran Circo Español. Cuidadito con los pies no vayas a resbalar, que si llegas a caer te van a tratar muy mal". La imagen sitúa al general en el Palacio del Congreso, haciendo equilibrios sobre el alambre o más bien la cuerda floja, y manejando una cucaña en cuyos extremos se posan el general Serrano, y Topete, ministro de Marina.

La última de las acuarelas de los hermanos Bécquer en las que Prim tiene cabida es la número 65, que representa a éste y al general Narváez transmutados ambos en aves de presa luchando en el aire. La leyenda reza: "Senado 4 de mayo de 1863. ¿Qué cosas no se dirán el de Reus y el de Valencia cuando, si aquí las dijese faltaría a la decencia". En este caso, el dibujo satírico se refiere a un momento histórico y a la agria polémica que se produjo en esa fecha entre los dos altos mandos militares, representantes respectivamente de las alas progresista y conservadora, en la que Prim dijo que las páginas de la etapa de gobierno de Narváez estaban escritas con sangre: "... y la sangre, cuando se derrama innecesariamente, viene de rechazo a caer en la frente de aquel que la ha derramado".

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