De forma inevitable, TVE va a emitir un documental que manipula la historia: Prim, anatomía de un general. Presenta un Prim soberanista, que nunca existió, que trata de encajar el soberanismo de Cataluña en una época que no existía. Lo mismo que los que han manipulado sus discursos ante la pasividad del Parlamento español, presidido por Jesús Posada, que incluso ha publicado –mal– lo manipulado. La tergiversación de la vida y obra del marqués de Castillejos es escalofriante. El Ayuntamiento de Reus (CiU y PP) ha subvencionado el trabajo de la productora Batabat que ha caído en la falsificación histórica. Catalanes mintiendo una vez más a catalanes sobre lo que de verdad pasó.
Los de la productora me intentaron engañar hasta en tres ocasiones. Me llamaba una joven zalamera que me exponía lo mucho que necesitaban mi testimonio como jefe de la investigación de la Comisión Prim, la única que ha hecho la autopsia al cuerpo del general, 142 años después de su muerte; autopsia que nunca antes se había llevado a cabo.
El documental contratado para su emisión por TVE y TV3 no tiene ningún rigor histórico. Tal vez por eso va a emitirse. Se presenta como un trabajo de investigación pero en realidad es una obra de ficción que pone a un actor, lejanamente parecido a Prim, con un tono de opereta bajo el guión de un tendero que dirige el gasto del Any Prim en el Ayuntamiento de Reus. El engendro solo ofrece la novedad de las imágenes de la autopsia que se grabaron a iniciativa de la Comisión Prim y que copiaron los de Batabat, bajo la mentira de que eran imágenes para el archivo de la ciudad.
El guión está manipulado por la Sociedad Bicentenario del político frustrado Pau Roca, que no sabe nada de Prim, autor del primer infundio sobre el general que establece que bombardeó Barcelona, inducido por el falso catedrático Emilio de Diego García que en las distancias cortas se justifica afirmando que "el que mandaba era Prim", cuando el de Reus era solo comandante y fue a Cataluña bajo el mando del teniente general Laureano Sanz que es quien aparece como jefe supremo en todos los documentos, como puede comprobarse. Pero no importa, porque TVE no distingue la mentira de la historia. A pesar de lo gravosa que es para el presupuesto.
La secretaria de Batabat que me llamaba recibió mi desconfianza: "Solo accederé a contar mi versión si ustedes me dejan ver el guión y la lista de entrevistados, para asegurarme de que no será una encerrona". Como era una encerrona, no me dejaron verlo.
La intención trapacera era presentarme como alguien que exponía una teoría disparatada rodeado de los sabios de la Complutense, hoy denunciados en los juzgados de Madrid por presunta falsedad en sus informes, esos que tienen el despacho encima de la fosa común de Carrillo en la Facultad de Medicina. Pero daban con un investigador de colmillo retorcido. La patética cinta tiene el vacío atronador de no contar con información de primera mano.
En el caso de la doctora Robledo, aunque exigió garantías y no contaba con que se incumplieran, ha resultado víctima de Batabat a las "órdenes de quien le paga" en una Cataluña cada vez más en manos de la falsedad. La doctora expone su trabajo, se asegura de que no puedan obstruir la exposición del mismo, pero es traicionada en medio de un aluvión de falsas declaraciones del grupo de forenses que ha hecho el peritaje más vergonzoso de la historia de España. Los forenses de la Escuela de Medicina Legal convocaron una bochornosa rueda de prensa, reflejada en la peliculita, donde entregaron un informe que no demuestra nada en absoluto, excepto que se hizo de forma descuidada, falto de todo rigor científico, sin que se exponga la verdadera causa de la muerte, que terminaron tomando prestada del franquismo y con errores de bulto como llamarle cartílago al hueso hioides, entre otros. Nada de esto ha frenado la difusión de la manipulación y la mentira. Nada de esto ha advertido a la ruinosa TVE para que impida la difusión de una nueva mistificación en manos de un grupo mil veces denunciado, influido por los intereses políticos de CIU en el ayuntamiento y que da pábulo a la leyenda negra sobre Prim.
Ahora que han tenido que exhibir los restos del general para acallar los rumores que les acusaban de haber estropeado el cuerpo, en el Ayuntamiento también se han lucido poniendo a la momia una sonrisa profidén, cuando era una momia mellada pero respetable, a la que con el implante le han provocado un insoportable estrabismo en el ojo izquierdo –de vidrio-. Patéticamente sonriente y bizco, Prim recibe el último adiós, 48 horas antes de que el rey abdique como si se tratara de una imprevisible jugada histórica.
La TVE, derrochadora y altiva, alejada del Año Prim, en el que se conmemora el doscientos aniversario de su muerte, compra sin rechistar la mercancía averiada con los propósitos torcidos de un grupo falto de todo rigor. Es la demostración exhaustiva de que los actuales prebostes hacen una TVE cara y mala que encima nos traiciona.
Y por cierto, mal que les pese, Prim fue estrangulado a lazo como se demuestra en mi libro Matar a Prim.