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Zoé Valdés

30º aniversario del MCL

La vida del MCL será todavía más larga, porque no se extinguirá con el fin de la tiranía, le queda mucho, pero mucho, como protagonista en la futura reconstrucción de la democracia en la isla.

La vida del MCL será todavía más larga, porque no se extinguirá con el fin de la tiranía, le queda mucho, pero mucho, como protagonista en la futura reconstrucción de la democracia en la isla.
Oswaldo Payá.

El Movimiento Cristiano Liberación, principal y más duradero grupo opositor en Cuba, llega a su 30º aniversario este 8 de septiembre, también día de la Caridad del Cobre, Patrona de los isleños. Ha sido, a mi juicio, el movimiento que más personas, cubanos y no cubanas, ha reunido dentro y fuera de la isla, de una punta a otra de la misma, y también alrededor del mundo. Además, es el movimiento del que más se ha escrito, o hablado, mucho más para bien que para mal. El vocero del grupo, Regis Iglesias Ramírez, explica en este reciente vídeo, cuándo y por qué fue que se fundó el MCL, quién fue su principal fundador, Oswaldo Payá Sardiñas, asesinado por el régimen castrista en el 2012, y menciona a los que junto a él crearon esa necesaria plataforma de libertades, inigualable dentro del país y sólo comparable a los movimientos opositores internacionales de gran resonancia mundial en países comunistas del Este durante la Guerra Fría.

Regis Iglesias Ramírez, quien ha escrito en Libertad Digital, fue detenido en la Primavera Negra de 2003 y encarcelado durante 8 años. Es uno de los poetas, y de los más activos luchadores anticastristas, condenados injustamente en aquella fatídica recogida, aunque dentro del MCL otros miembros también fueron castigados con largas penas, e incluso así, pese a la enorme baja provocada por estas detenciones, no mermó en nada la valiente y constante actividad de esta organización.

Durante 30 años –la mitad de los que la tiranía ha aprovechado e invertido para destruir un país–, el MCL ha combatido y resistido para hacer justamente todo lo contrario: recuperar, salvar, devolver libertades. Su lucha no ha sido perfecta, ni lo han pretendido. Ha sido real, auténtica, perenne, verdadera.

Yo fui una de sus principales críticas, hasta que conocí a Oswaldo Payá Sardiñas, aquí en París, en la sede de Le Nouvel Obs, y asistí a una conferencia de prensa suya, después de haber recibido el prestigioso Premio Sajarov. Allí le extendí mis críticas, y debo decir que, frente a lo que esperaba, fue muy receptivo. Hablamos en un aparte de manera breve, y tuvo la delicadeza de aclararme, de explicarme, y hasta de entender mis confusiones, preocupaciones y desconfianzas. Un gran hombre para un país pobre de espíritu, esquilmado de alma. Un hombre de la estirpe de José Martí.

Tras el asesinato de Payá, muchos pensaron, e incluso creyeron, que el MCL estaría terminado. Sin embargo, nunca hubo un resquicio frágil para esa posibilidad, ni en la peor de las agonías. El MCL actuó con la rapidez y la certeza e inteligencia que lo definen, convocaron a elecciones, en ellas salió elegido como principal líder del movimiento el doctor Eduardo Cardet Concepción, en la actualidad encarcelado y condenado a tres años; lleva casi dos, bastante aislado.

Dentro de Cuba, el MCL cuenta con una gran cantidad de miembros que dan la cara, firman documentos de puño y letra y mostrando su documento de identidad. La coordinadora es una mujer, Rosa María Rodríguez, su hija Yadelis Melchor también es de las más aguerridas seguidoras.

Varias acciones se han preparado para conmemorar una fecha tan importante en la historia de Cuba, este trigésimo aniversario del MCL: la demanda al régimen castrista para que el Parque Manila, cercano a la casa-sede del MCL, sea rebautizado con el nombre de Oswaldo Payá Sardiñas, y por otra parte, en Miami, en la Iglesia de la Inmaculada Concepción de Hialeah, a las 19 horas, se celebrará el día 7 de septiembre un evento con miembros fundadores y activistas exiliados y probablemente otros venidos desde la isla.

No puedo cerrar este artículo sin mencionar a una persona, a la que aprecio y admiro no sólo por ser el amigo que es, sino por haber sido y ser, por encima de todo, el hombre que más ha hecho en Europa por elevar al MCL al sitio que le corresponde, al nivel que merece, a Carlos Payá Sardiñas, también hermano de Oswaldo, pero sobre todo un perseverante amante de la libertad.

La vida del MCL será todavía más larga, porque no se extinguirá con el fin de la tiranía, le queda mucho, pero mucho, como protagonista en la futura reconstrucción de la democracia en la isla.

Como escribí hace años en un artículo crítico sobre Payá: "Así y todo, con este hombre [Oswaldo Payá] habrá que contar para el futuro de Cuba".

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