Menú
Pablo Planas

Séneca o Sánchez

Desde que se quedó sin la oposición del PP, Sánchez no ha dejado de perpetrar errores.

Desde que se quedó sin la oposición del PP, Sánchez no ha dejado de perpetrar errores.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. | EFE

Con la inflación en dos dígitos hay cosas que pasan desapercibidas, como la autorización del Gobierno a los supermercados para que puedan poner límites a la compra de determinados productos "por circunstancias de fuerza mayor". Deletreado del revés es "cartilla de racionamiento". El Gobierno se niega a bajar impuestos, el recibo de la luz sube un 300% y Sánchez rebaja la gasolina veinte céntimos. Quince los pone el pueblo y cinco las petroleras. Ni una medida del plan del choque encaminada a reducir la burocracia. Para apretarse el cinturón ya están el pueblo soberano y los autónomos. Nadie, ni el más acérrimo partidario del PSOE, recuerda medida alguna en materia económica de ese partido que haya tenido éxito. Nadie. Ni una.

La entrega del Sáhara con nocturnidad y alevosía; la excepcionalidad, sí, pero del bofetón alemán; la huelga de los transportistas, la inflación, el malestar social, otra crisis de larga duración y más dura que las anteriores... Desde que se quedó sin la oposición del PP, Sánchez no ha dejado de perpetrar errores. La acción del Gobierno es de tan escasa calidad que se han revalorizado los tiempos de Iván Redondo. Hasta ahí llega el deterioro.

Otra cosa que ha pasado relativamente desapercibida bajo la sombra de la bancarrota es la prohibición de la Filosofía en la enseñanza obligatoria. Prohibición porque eso y no otra cosa es sustituir esa asignatura por mamarrachadas fluidas con perspectiva socioafectiva. O eliminar el orden cronológico de la Historia, las notas y hasta los suspensos. Bienvenidos al sistema educativo de Pipi Calzaslargas. Tras la EGB, la Logse, la LOE, la ESO y la Lomloe llega el fin de la escuela, esa estructura del heteropatriarcado. Se aparcan niños.

La economía es el talón de Aquiles de la izquierda. Cabe dar por descontado que irá a peor en los próximos meses. Las siguientes elecciones generales se tendrían que celebrar no más más tarde del 10 de diciembre de 2023 y las encuestas predicen que la suma de PP y Vox, o de Vox y el PP, ojo al piojo, alcanzará la mayoría absoluta. No se espera del PSOE ningún milagro económico. No es su especialidad. En cambio, todo el mundo asocia al PP con una eficiencia tecnócrata que procura un cierto confort y seguridad. Hay más empresarios, notarios y autónomos de derechas que de izquierdas. Es un hecho.

Si el mundo sigue en pie de aquí a dos inviernos, tocará elegir entre susto o muerte. Séneca o Sánchez, capitalismo o barbarie. Esperemos llegar a tiempo y que verdaderamente importe.

Temas

En España

    0
    comentarios