
El Atlético es un grande. Para lo bueno y para lo malo. Lo quieran ver o no lo quieran ver, propios y extraños. Lo quieran o no lo quieran ver, rivales y sobre todo ciertos aficionados con la camiseta rojiblanca. Ambos. No solo enemigos. Ambos. Jornada 2, te atascas en casa y un error te hace perder. Punto. Es fútbol. Fue un partido táctico que planteó el Villarreal, un señor equipo por cierto, y que consistió en ver quién fallaba antes. Nada más. Por esa razón no me entra en la cabeza el estado de nervios que este domingo se vivió en pleno mes de agosto en el coliseo rojiblanco y habiéndose jugado simplemente dos partidos de Liga.
Porque ayer en el Metropolitano no pasó nada del otro mundo. De hecho, pudo ser perfectamente un 1-0 si el Atlético está un poco más fino de cara a portería. ¿Por qué tanta tensión entonces? No es entendible. Enfadarse por no ganar, sí, siempre, y más si se quieren ganar títulos, pero lo de ayer no fue eso, fue algo más. Lo dicho anteriormente: el Atlético es un grande. Para lo bueno y para lo malo. Jornada 2. Cabeza. Y el o los que no puedan soportar la presión, en GRADA y campo, que no vayan, porque no se puede vivir nervioso cada día. No se puede murmurar al minuto 15 porque un equipazo como el Villarreal, en ese momento, esté mejor plantado en el terreno de juego. Porque vivir así es estar en un continúo estado de ansiedad que convierte la exigencia en desesperación.
A mí este estado continuado de ansiedad, ojo, promulgado también por ciertos colchoneros que van de televisión en televisión o de radio en radio alternando hacer una merluza a la plancha con atizar al Cholo, me empieza a cansar profundamente. Me da la sensación de que hay gente que no sabe lo que implica ser un club grande. La paciencia y la resistencia física y mental necesarias para mantener el barco en buena dirección aunque sople el viento en contra. O va todo de cara o a las armas. No, hombre, no. Porque los hay dando lecciones de ambición sin poder aguantar una derrota en la jornada 2 ante un buen Villarreal, no ante el Club de Amigos FC. Señores, que el Atlético que ganó la Liga en 2021 sumó 5 puntos de 9 en el inicio. ¡Un poco de calma! ¡Esperen un poco! Si la cosa sigue yendo mal, ok, exigencia máxima, pero no te encojas como un bicho bola a la primera bola de rotura en contra.
Para mí esto es un problema muy serio en el Atlético. Muy muy muy serio. No es una broma. Con este ambiente propio de un equipo que lucha por no descender, el conjunto rojiblanco no podrá ser inteligente en partidos tácticos como el de ayer. Ya pasó muchas veces el año pasado. Por un lado estaban las siestas que el Atlético de Simeone tiende a echarse en las primeras partes, pero en muchísimas ocasiones, la ansiedad aparecía porque el equipo rival, simple y llanamente, iba con el plan marcado de aburrir al personal de la grada con partidos sosos. Y este Atlético será incapaz de romper partidos trampa de ese calado, como el de ayer, si no es capaz de mantener la tranquilidad que todo grande debe tener cuando el oponente pone a prueba precisamente eso, su frialdad de equipo con jerarquía. Yo no veo esa jerarquía aún en la mentalidad colchonera. Ni en el equipo ni en la grada. No la veo. Veo mucho miedo al fracaso. Mucho insulto en el minuto 15. Y no me lo puedo creer cuando lo veo. No me puedo creer que una grada que ha aguantado a Richard Núñez y Sosa en el once, ahora gane una Liga en 2021 y enloquezca en 2022 en la jornada 2. ¡En la jornada 2!
De verdad, me preocupa mucho todo esto. Lo que pasó con Mario Hermoso después del partido es propio de una guardería. ¿Qué hace un señor con una edad más que respetable tirándole una botella de agua a su propio jugador por perder en la jornada 2? ¿Por qué insultar a Griezmann si viene de marcar en la jornada 1 y no ha dicho ni mu desde que volvió? ¿Qué hacen algunos llamando a Hermoso "vikingo" cuando en 2021 estaban celebrando con él el título de Liga? Cuando ganan la Liga, Hermoso es de los nuestros. Cuando pierde un partido, ya es vikingo de nuevo. ¿Qué tenéis, dos años? ¿Caca, culo, pis? No sé, me superan mentalmente este tipo de cosas. Me vencen. Eso sí, Hermoso tampoco debería entrar en eso, porque ni gana él ni gana el equipo. Ya saben, a los monstruos no mirar.
Poco más se puede decir de este Atlético-Villarreal. Dos partidos. Uno muy bueno y 0-3, otro aburrido, con muchísimo que mejorar y con las dos piernas metidas en el cepo trampa que puso Emery. Atleti, no te desesperes. ¡Y tampoco te duermas! La exigencia debe seguir subiendo, pero así no. Si se tiene que pitar, se pita. Si hay que dar collejas, se dan. Pero lo de ayer fue desesperación y los equipos grandes no ganan nada con ataques de pánico en la jornada 2. Nunca dejes de creer y nunca dejes de madurar. A muchos, en GRADA y campo, el segundo lema les viene incluso mejor que el primero.
