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Agapito Maestre

¿Es España una excepción?

La coalición de partidos que conforman el Gobierno de España no tiene parangón con los gobiernos de los países de la UE.

La coalición de partidos que conforman el Gobierno de España no tiene parangón con los gobiernos de los países de la UE.
Pedro Sánchez con Yolanda Díaz | EFE/Moncloa

Sin duda lo es. En el contexto de la Unión Europea nuestro país es una excepción. La coalición de partidos que conforman el Gobierno de España no tiene parangón con los gobiernos de los países de la UE. Nuestra calidad democrática es baja, a veces ínfima, comparada con otras naciones de nuestro entorno, incluso los partidos que apoyan la coalición niegan la unidad de España; sí, el principal objetivo de los separatistas vascos y catalanes es la destrucción de la Nación. Si de esas obvias generalidades, al alcance de cualquier mortal interesado por el funcionamiento de las instituciones democráticas, pasamos a los personaje que nos gobiernan, la cosa es aún peor; basta ver el comportamiento de Sánchez, el Presidente del Gobierno, con su inmediato superior, el Jefe del Estado, para saber que estamos ante un personaje que solo le interesa destrozar las reglas democráticas. Algo que llevan haciendo con fruición desde que se alzara con el poder. Sánchez desconoce por completo la regla básica de la democracia: la autolimitación en el ejercicio del poder. Desprecia al Rey y persigue a la Oposición con la misma saña y mala fe.

Todo lo que ha hecho el gobierno de Sánchez es prohibir y recortar libertades políticas y personales. Pocos países de nuestro entorno pueden compararse al nivel de represión del gobierno de España contra los españoles. El Gobierno ha conseguido que se legisle de manera precipitada y urgente sobre materias esenciales que requerirían de amplios consensos. Sánchez ha obtenido un terrible "récord" al aprobar más de 130 Decretos-Ley desde julio de 2018. Esto es tanto como marginar al poder legislativo y la actividad parlamentaria. Y hay algo más grave: el Gobierno no ha hecho propósito de enmienda, después de que el Tribunal Constitucional declarase inconstitucional los dos Estados de Alarma que dictó y, nunca mejor dicho dictar, un gobierno que se salta la Constitución.

Sánchez, sí, gobierna siempre al borde del delito. O peor: delinquiendo. No importa. Su objetivo último es la impunidad del Gobierno. Sánchez tiene determinación suficiente para acabar con todos, porque cuenta con el apoyo de la "ideología", siempre en el límite de la violencia, de los separatistas y los comunistas. Es evidente que nada parecido a ese mejunje gubernamental español existe en Europa. Somos, en efecto, la singularidad autoritaria de la UE. El gobierno de Sánchez no tiene parangón con cualquier otro de Europa. Por eso, reitero, España es una excepción en el panorama de las democracias liberales.

Las medidas represivas del gobierno autoritario de Sánchez son múltiples y diversas. Recordemos algunas de ellas para mostrar que España es, en efecto, diferente en el contexto de las democracias liberales. Represiva es, se mire como se mire, la gravísima reforma del Código Penal que han llevado a cabo deprisa y corriendo; se han cargado de una tacada el delito de sedición y han rebajando las penas por malversación de fondos públicos, para "amnistiar" a los golpistas catalanes condenados por el Tribunal Supremos por el golpe de Estado que llevaron los separatistas en en Cataluña. Y qué decir de la pésima técnica legislativa de la llamada ley Trans, que produce "desatención" impuesta sobre los menores de edad que quedan a merced de desconocidos para un "cambio de su sexo". No me extraña que en Europa pongan el grito en el cielo con este tipo de "leyes". También la entrada en vigor de la ley del "Solo sí es sí" ha dado lugar a revisiones de condena, rebajando penas a agresores, e incluso ha permitido liberar violadores. El día 27 de diciembre se han reducido ya 140 penas. Tampoco se queda manca a la hora de reprimir derechos, entre los que destaca la libertad de cátedra, la ley de Memoria Democrática que repudia la entera Transición a la democracia, la Amnistía de 1977 y la Constitución de 1978. Bildu, formación que está compuesta por los exterroristas de ETA, ha redactado esta ley que equipara a víctimas y asesinos. Terrible. Esta ley niega los hechos históricos. La evidencia. En fin, espero que basten esas alevosas acciones del Gobierno para saber que harán cualquier cosa para mantenerse en el poder. Nadie crea que se quedarán cruzados de brazos de modo pacífico. Seguirán reprimiéndonos y pisoteando libertades. Seguirán creando un gran malestar, preocupación y desconfianza entre los españoles.

Es, pues, el momento de volver a las preguntas esenciales que se hicieron siempre los españoles de bien. ¿Son los españoles ingobernables porque abundan los necios entre los nacionales o, por el contrario, por ser gente muy inteligente y preparada para cuestionar a sus gobernantes? ¡Vaya usted a saber! Me cuesta decantarme por unos u otros. A veces, en realidad más de las que me gustaría, tengo la sensación de que vivo en un país lleno de imbéciles; pero en otras, menos de las que desearía, creo que estoy entre gente con genio, ingenio y decires jocundos. No sé. Responda, pues, cada uno cómo le apetezca. Siga en sus juicios al tío de los Solanas y buen historiador, Salvador de Madariaga, quien siempre creyó que la inteligencia de la mayoría de la ciudadanía estaba muy por encima de sus políticos, o persista en reconocer, como hiciera el gran Pío Baroja, que esto tiene difícil arreglo, porque abundan los tontos por todas partes. No creo demasiado en los caracteres nacionales, aunque vistas las predicciones de las encuestas electorales me temo lo peor. Quizá sobresalgan los necios sobre los listos. Sea como sea, España sigue siendo una excepción en el horizonte democrático.

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