
Madera de Zapatero, el relato de las hazañas que Suso de Toro escribió del entonces presidente del Gobierno, se presentó en la sede del Instituto Cervantes, en la calle de Alcalá de la capital, el 13 de noviembre de 2007. Al ser una obra cortesana, el autor había solicitado el plácet de Palacio. El libro sería el traje de Zapatero para las elecciones y debía estar completo. Se le hicieron algunas sugerencias. Entre ellas, la conveniencia de modificar o suprimir las consideraciones de José Blanco sobre el efecto que el atentado del 11M tuvo en las elecciones del 14 de marzo de 2004. El escritor atendió las sugerencias. Han pasado 19 años de un suceso que alteró decisivamente la política española.
Hoy, una posible injerencia marroquí estaría detrás de las diligencias que el Juzgado de Instrucción número 2 de Melilla está practicando, según fuentes de Interior, en relación a la presunta compra de votos en la ciudad autónoma ante las elecciones del 28 de mayo. Cerca de 12.000 electores, de un censo de 55.000, han solicitado el voto por correo, lo que revela la magnitud de un problema que ya se produjo en elecciones anteriores. Este número de votantes —un 20% del censo— determinaría la elección de un tercio de los 25 representantes a elegir.
En 2021 Mustafa Aberchán, un militante socialista que encabezó la escisión islamista del PSOE para fundar Coalición por Melilla (CpM), fue condenado, junto al ex secretario general del PSOE de la ciudad autónoma, Dionisio Muñoz, a dos años de inhabilitación por organizar un fraude masivo en el voto por correo: "A cambio se les prometía que serían contratados en los planes de empleo con preferencia a otras personas, lo que constituía un importante estímulo dado el número de desempleados que hay en Melilla", señalaba la sentencia de la Sala II del Tribunal Supremo. Hoy el pago se hace en efectivo. Se sospecha que los servicios secretos marroquíes habrían proporcionado los fondos. Pesquisas sobre narcotráfico confirmarían esa compra de votos. Entre 100 y 500 euros por barba, dependiendo del caché del elector, no es dinero si con ello se consigue que Marruecos aumente su influencia.
Hace unos días, el activista saharaui Taleb Alisalem publicaba un tuit alertando de una campaña que ‘rulaba’ por los chats de WhatsApp de la comunidad marroquí en España. El mensaje que había podido ver, según me refirió, circuló entre los grupos de Tarragona y finalizaba con la frase "votar al PSOE es votar a su majestad Mohamed VI".
La campaña habría sido organizada por socialistas marroquíes, amparados por el Consejo de los Marroquíes Residentes en el Extranjero. Este Consejo fue creado en 2007 por Mohamed VI. Refiriéndose a sus funciones, el Real Instituto Elcano afirmaba en un informe publicado en marzo de 2011: "Sin duda, las dinámicas de integración de los marroquíes en el exterior y su capacidad creciente de generar asociaciones de interés general y su mayor visibilidad en la vida pública de los países de residencia aconsejaron reconocer desde Palacio el valor de tal participación, yendo incluso un paso más adelante al proponerles que se organizaran como grupo de presión con capacidad de influencia en las opciones estratégicas nacionales e internacionales de los países respectivos".
Con ese propósito de influir, Mohamed VI dio un nuevo impulso a la vieja idea de "Sed marroquíes" que Hasán II proponía a las comunidades de emigrantes. Reconocer la autoridad religiosa y política del monarca o mostrar el compromiso con la integridad territorial del Reino, son elementos constantes en las proclamas del Consejo de los Marroquíes en el Exterior. Y, si una de sus funciones es influir en las políticas nacionales, las próximas elecciones son estratégicas. Y lo son, porque pueden marcar el inicio del fin del presidente socialista que ha modificado la histórica posición de España sobre el Sahara.
Si el presunto fraude electoral de Melilla es un delito, las campañas activadas desde organismos controlados por Mohamed VI son una nuevo intento de intervenir en la política española. "Nuestra Marcha Verde es la de la paciencia", afirmaba Hassan II. A la paciencia, su heredero añade la injerencia.
Nota. En unas semanas se cumplirá un año de la tragedia en el puesto fronterizo que conecta Melilla y Nador, en la que murieron al menos 23 emigrantes. Una actuación de las fuerzas de seguridad marroquíes que el presidente Pedro Sánchez calificó imprudentemente de "bien resuelta". A los tres meses de estos sucesos, el 11 de octubre, Marruecos era reelegido como miembro del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas para el periodo 2023-2025.
