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¿A quién votar el 12 de mayo?

Sin el PSC, el nacionalismo jamás hubiera logrado monopolizar el poder y satanizar los símbolos, las instituciones, la cultura, la lengua y la nación española.

Sin el PSC, el nacionalismo jamás hubiera logrado monopolizar el poder y satanizar los símbolos, las instituciones, la cultura, la lengua y la nación española.
Salvador Illa. | EFE

Aún no pasa en España, pero en Cataluña es una evidencia. Siempre ha sido una evidencia: gane quien gane, gobernará el nacionalismo.

Habrá todavía muchas personas sensatas y razonables que dirán: "pues las encuestan dan ganador al PSC". Y acertarán, pero no tendrán razón. Paradoja.

Empieza a pasar en el resto de España, pero en Cataluña es un hecho hace décadas: el eje izquierda/derecha se ha disuelto en ideologías étnicas. La posibilidad de que el PSC pactase un gobierno constitucionalista con el PPC es tan herética como que PSOE y PP lo hicieran hoy en España. Ya no les digo, con Vox. Pero si en España esa posibilidad es imposible hoy con Pedro Sánchez, no lo sería necesariamente con otro en el futuro. En Cataluña, no. Aquí la etnia nacionalista está por encima de las ideologías clásicas desde que Jordi Pujol se creyó la encarnación de Cataluña.

Lo hemos explicado en mil ocasiones, de mil formas. Grima sólo pensarlo. Se ha convertido en un axioma. Y lo es porque los amos de la masía y sus hijos están repartidos en todos los partidos y han colonizado desde la Transición del 78 todas las instituciones.

Sería un pecado capital que el PSC, PP (derecha española) y C´s pactasen, pero una posibilidad absolutamente normal que el PSC lo hiciera con la derecha antiespañola, secesionista y supremacista de (Junts), con la izquierda nacionalista y tintes secesionistas (En Comú-Podem), con la pseudo-izquierda nacionalista-populista y secesionista (ERC), o con la ultraizquierda secesionista y supremacista (CUP). Con todos o por separado. Porque todos están protegidos por el mismo líquido amniótico nacionalista. Viven de ello.

Dicho de otro modo, lo que está haciendo Sánchez, (pactar con el mismo diablo con tal de que no sea la derecha española), lo viene haciendo el PSC en Cataluña desde 1980. O por decirlo con contundencia: sin el PSC, el nacionalismo jamás hubiera logrado monopolizar el poder y satanizar los símbolos, las instituciones, la cultura, la lengua y la nación española. No es él quien lo promociona explícitamente como un vulgar nacionalista (si lo hiciera perdería la máscara, y por tanto, su utilidad como herramienta del nacionalismo), pero sí lo garantiza.

Por poner algunos ejemplos: sin el apoyo explícito del PSC, no se hubiera impuesto la inmersión; sin su apoyo expreso, no se hubieran impuesto multas lingüísticas por rotular en español; sin su apoyo expreso, no se hubiera aprobado la Ley de Educación de Cataluña (LEC) que otorga privilegios a unos catalanes y despoja de ellos a otros; sin su apoyo explícito, no se hubieran otorgado indultos a golpistas, ni se hubiera eliminado el delito de sedición; sin su apoyo explícito, no se hubiera aprobado la amnistía; sin su apoyo expreso no se hubiera eliminado la bandera española de muchos Ayuntamientos e instituciones catalanes; sin su apoyo explícito no se hubieran concedido privilegios económicos del Estado a Cataluña en detrimento de otras Comunidades Autonómicas… En nombre de la asimetría federal de Maragall.

Ellos son cómplices de los nacionalistas por incumplir numerosas sentencias judiciales que obligan a la Generalidad a impartir al menos un 25% de las clases en español. De hecho, el PSC, al frente del Primer Tripartito de Pascual Maragall empezó a imponer multas lingüísticas por rotular en castellano, cuando ni el mismo Jordi Pujol se había atrevido, a pesar de haberlas aprobado en comandita en el Parlament de Cataluña, en contra de la Constitución, en contra el TSJC, del TS y del Tribunal Constitucional. Éste es el PSC. Esto es Cataluña. Un cortijo para nacionalistas y sucedáneos.

Si Pedro Sánchez está entregado a una cruzada contra toda ley que no le es propicia, a colonizar las instituciones democráticas, levantar muros y satanizar a cuantos le cuestionan, trapichear con votos y delitos su propia presidencia, cuestionar a los Jueces como un vulgar nacionalista, y premiar o amenazar a la prensa hostil o cómplice según convenga, es porque antes ha visto los réditos suculentos que los nacionalistas han venido cosechando en Cataluña desde la Transición haciendo lo mismo.

Es el PSC quien ha ido infectando pacientemente a las cúpulas dirigentes del PSOE de nacionalismo catalán con la mantequilla del catalanismo cultural, primero, y con el cuento de la pacificación social, después. Si España es hoy ese manicomio político que hemos sufrido y sufrimos en Cataluña desde la misma llegada al poder de Jordi Pujol en 1980, es por la complicidad del PSC.

El pasado miércoles un manifiesto encabezado por Nicolás Redondo y Teresa Freixes, ponía pie en pared para salir de ese sueño bobo de verano, donde tantos ciudadanos sensatos han sido engañados durante tantos años. Ese Manifiesto: "Por un voto constitucionalista sin engaños", fue concebido precisamente, para abordar estas elecciones catalanas del 12 de Mayo. El acto tuvo lugar en Barcelona con una sala abarrotada donde nadie de los partidos constitucionalistas faltó. La ausencia del PSC fue toda una declaración de intenciones. En este Link pueden ver el acto entero en vídeo.

CODA: Nicolás Redondo, con cierta ironía y cargado de razón, citaba a Moratín (1760-1828) sin nombrar a Pedro Sánchez: "De ahora en adelante, a todo crítico se le llamará envidioso, a toda prueba, calumnia, a toda censura, libelo, a todo raciocinio, insulto". Y remató el socialista: ahora ya no hace falta hablar de calumnias, envidiosos ni de insultos, con "fachas" sobra y basta. ¡Qué capacidad de síntesis tiene el literato de la Moncloa!

A esta degradación hemos llegado. El domingo tienen la oportunidad de recordar a las distintas fuerzas políticas, a quiénes deben su poder.

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