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Valtònyc y la verdad del 1-O

El independentismo no se basa en aceptar la realidad, sino en negarla. Y no les va mal. Así es como han logrado la amnistía.

El independentismo no se basa en aceptar la realidad, sino en negarla. Y no les va mal. Así es como han logrado la amnistía.
Valtonyc ante los medios, apoyado por Hasel (ARHIVO). | EFE

El separatismo catalán se sustenta en mentiras tan gruesas como que el 1 de octubre de 2017 se celebró un referéndum de autodeterminación. Ese 1-O convertido por sus promotores en el momento fundacional de la república catalana de los ochos segundos es una de las mayores operaciones de propaganda de las últimas décadas, un bulo de dimensiones estratosféricas, una falsedad descomunal que debería descalificar por completo a quienes sostienen tamaña patraña como un dogma de fe, una verdad absoluta y una certeza incontrovertible.

Según la prédica catalanista, en aquella jornada se consumó un proceso democrático ejemplar tan sólo enturbiado por los porrazos de la Policía Nacional y la Guardia Civil, un referéndum al margen de la ley, pero con todas las de la ley. La versión de los hechos del independentismo (que ni PSOE ni PP han desmentido) insiste en la validez del referéndum, del que emana además un "mandato" que Carles Puigdemont y Oriol Junqueras han jurado obedecer a cualquier precio tarde o temprano.

La "verdad" oficial es que millones de catalanes que solo querían votar fueron apaleados salvajemente en el episodio de violencia contra la población civil desde la II Guerra Mundial. Aún así, las masas cívicas y pacíficas lograron su objetivo y votaron en un épico ejercicio democrático sin parangón que concluyó en un resultado inapelable a favor de la independencia de Cataluña.

Un puro delirio, una mentira enorme pero de una eficacia sensacional. Cientos de miles de personas están convencidas de que eso fue así, sin matices. Y hay que tener cuidado si se pretende sacarles de su error. El Confidencial ha explicado que alguien tan poco sospechoso para la causa republicana como el rapero Valtònyc causó tremenda conmoción en el núcleo duro del independentismo al indicar a uno de sus prebostes lo siguiente: "Sé de primera mano que se perdieron urnas y que el recuento es falso. Si queréis políticos sensatos y que no os vuelvan a estafar deberíais empezar por aceptar la realidad".

Ni que decir tiene que el interlocutor del rapero se quedó totalmente estupefacto. Se trata de Carles Santacruz, dirigente de "Acord per la Independència", una protuberancia de cierto peso en el sector más carcamal del separatismo. Cómo será la cosa que los del "Acord" han exigido explicaciones a Carles Puigdemont, Oriol Junqueras y Marta Rovira. Quieren saber si es verdad lo que dice Valtònyc. Ellos, los figurantes de esa gran ficción del 1-O.

Valtònyc se llama José Miguel Arenas y ha formado parte del círculo privado de Puigdemont en Waterloo. Sabe de qué habla pero habla en vano porque el independentismo no se basa en aceptar la realidad, sino en negarla. Y no les va mal. Así es como han logrado la amnistía.

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