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ERC, la mala gente y la consulta a las bases

¿Alguien se cree que unos tipos capaces de urdir montajes como el del muñeco de Junqueras van a permitir que una consulta a las bases arruine sus cambalaches con Sánchez?

¿Alguien se cree que unos tipos capaces de urdir montajes como el del muñeco de Junqueras van a permitir que una consulta a las bases arruine sus cambalaches con Sánchez?
La secretaria general de ERC, Marta Rovira, en el Consejo Nacional del partido tras su regreso a Cataluña procedente de Suiza. | EFE

El partido Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) es un nido de víboras dentro de una fosa séptica que se ha desbordado por completo tras las últimas elecciones autonómicas. Suele ocurrir en política catalana que nada es lo que parece. Jordi Pujol presumía de ser un hombre austero y alérgico al dinero y resultó ser todo lo contrario. Los últimos líderes de ERC, de Carod a Junqueras pasando por Puigcercós, presumían de que su partido nunca había dado un escándalo y ahí están las campañas de falsa bandera para demostrar que mentían entonces y mienten ahora como bellacos. Pónganse en lo peor con la fama de beato de Junqueras, que es todo menos un hombre piadoso.

La última hazaña del partido infecto es que el muñeco de Junqueras que apareció colgando de un puente en su pueblo (48 horas antes de las europeas de 2019, a las que el entonces preso se presentó) fue cosa del partido, una de esas iniciativas que ahora, cinco años después, dicen que van a investigar. "Junqueras, púdrete en la cárcel", pintaron cerca del muñeco. Sí, en español, para darle más realismo. Así no cabía duda de la autoría, los fachas, los unionistas. Y en estas que Junqueras, entrevistado por la emisora del grupo Godó soltaba esta breve homilía: "Nosotros somos valientes y con nosotros ganará el conjunto de la sociedad, incluso los que cuelgan carteles con mi nombre, que seguro que nadie querría que su hijo viese esta imagen". Ah, los hijos. Eso mismo dijo Rufián, un intoxicador vocacional, que los hijos de Rufián pasaban por esa calle para ir al colegio. Y resulta que el muñeco y la pintada eran de ERC. Imbéciles, pero no sólo.

Pues con esa gentuza (la misma que le montó una campaña en contra a su propio candidato Ernest Maragall utilizando la enfermedad que sufre su hermano Pasqual, el que fuera alcalde y presidente de la Generalidad) es con la que negocian Sánchez y sus ministros múltiples y millonarias cesiones y concesiones para investir a Salvador Illa.

El último escollo para el acuerdo entre socialistas y republicanos es que tendrá que pasar el filtro de la militancia de ERC, unos 8.300 militantes según el partido con derecho a voto en una cuestión capital, si hay gobierno regional o se repiten las elecciones. Pero ni siquiera será lo que digan los afiliados. ¿Alguien se cree que unos tipos capaces de urdir montajes como el del muñeco de Junqueras (y los que saldrán) van a permitir que una consulta a las bases arruine sus cambalaches con Sánchez? Ni de coña. Si hay más votos en contra que a su favor pegarán un pucherazo descarado, sin remilgos ni remordimientos. Estamos hablando de los que se inventaron el eslogan "Espanya ens roba", de los creadores de la ficción de que el 80% de los catalanes quiere votar en un referéndum de autodeterminación, de unos auténticos desalmados que han utilizado las redes y el anonimato para atacar a sus rivales con toda clase de falsedades, de una gente con la que hay que tener mucho cuidado. Todo el día con Cataluña en la boca. Pesados y peligrosos. Malos.

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