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Sánchez, Aldama y Leire Diez

La maldad de Sánchez, después de tener a la Oposición casi inutilizada, va más lejos: ridiculiza a todos los españoles, incluso hace ostentación en el mundo, de su poderío para mantenernos cabeza con cabeza

La maldad de Sánchez, después de tener a la Oposición casi inutilizada, va más lejos: ridiculiza a todos los españoles, incluso hace ostentación en el mundo, de su poderío para mantenernos cabeza con cabeza
Europa Press

Sánchez ha pasado ya a la historia de España. No será una breve nota en las futuras historias de nuestro país. Ha conseguido destruir moral y políticamente a la nación. Basten hoy un par pruebas para justificar mi aserto. Vamos con la primera. El PP acusa al PSOE de ser un partido mafioso. Y, además, convoca una manifestación contra el gobierno del PSOE el domingo 8 de junio. Quizá tenga razón el partido de Feijóo: o los españoles persisten en optar por la mafia o luchan por la democracia. Mafia o democracia es el eslogan de esa concentración en la Plaza de España de Madrid. Acusación y convocatoria sos creíbles. El planteamiento del PP, sin embargo, se resiente, casi amenaza ruina, cuando se constata que los críticos de la mafia se encontrarán con el jefe máximo de los supuestos mafiosos el próximo viernes, 6 de junio, en un mal un rollo llamado Conferencia de Presidentes de Comunidades Autónomas, en Barcelona, donde en vez de hablar todos en español, utilizarán pinganillos para entender a los que hablen en euskera, gallego y catalán. Terrible.

Y es que el PP, se mire por donde se mire, es un partido extraño. Por un lado, esta fuerza política es incapaz de pactar, unir sus fuerzas, en fin, crear una estrategia común con el partido más próximo a sus principios y a la concepción del mundo de sus votantes para expulsar a los mafiosos del poder. Me refiero, sí, a VOX. Ni siquiera contempla en su próximo congreso aclarar este asunto decisivo para la gobernabilidad de España. Por otro lado, y esto es aún más grave, el PP sigue teniendo fuertes vínculos y relaciones con el supuesto partido mafioso no sólo en la Unión Europea sino también en España. Nadie en este partido contempla, y lo digo con absoluta desesperanza, cortar de manera tajante todos los vínculos políticos con el PSOE.

¿Habra que achacar todas esas contradicciones del PP a la torpeza de sus dirigentes? La respuesta me parece obvia. Pero en este caso se trata de algo más grave; no es una cuestión de inteligencia política sino de miedo. El PP, o mejor, la mayoría de sus dirigentes no han aprendido a vivir sin miedo, feliz preludio de toda libertad. Algunos de ellos van a las corridas de toros, pero no han aprendido su principal enseñanza moral: la "espantá", el salir huyendo del mítico animal, no sólo alienta la persecución del toro sino que multiplica el pánico. ¿Cuándo aprenderá esta gente del PP que la quietud ante el toro es la principal virtud estoica que el torero transmite a una sociedad muerta de miedo?

Y es que la maldad de Sánchez, después de tener a la Oposición casi inutilizada, va más lejos: ridiculiza a todos los españoles, incluso hace ostentación en el mundo, de su poderío para mantenernos cabeza con cabeza. Lo del apagón es famoso en el mundo entero y el personal sigue riéndose del percance. Hay, sí, una tercera prueba para decir que esto no tiene solución. Produce vergüenza ajena. Ni siquiera exige análisis sino prestar atención a su descripción; son los periodistas en cubrir ruedas de prensa, sin duda alguna, nuestros principales maestros. Yo elijo, naturalmente, a nuestro Rubén Fernández, quien ha cubierto para este periódico la comparecencia de Leire Díez, esa señora que todo el mundo conoce por su estrecha colaboración con el supuesto jefe de la mafia. La precisión del cronista es impecable: "Leire Díez llegó media hora antes del inicio de la rueda de prensa a la sala del Novotel de Madrid. Allí estuvo posando ante los medios y dejándose ver, encantada con la expectación mediática que había levantado. A las 10 en punto comenzó su alocución al leer unos papeles que llevaba escritos. 'No necesito explicar quién soy', ha indicado nada más arrancar y al recordar que es "licenciada en Ciencias de la Información". La ya exmilitante del PSOE ha defendido que estaba trabajando "en un libro de investigación" sobre "los estragos del falso patriotismo" con "delitos graves que tienen impacto político".

Quien lea esta crónica y no sienta que el país está hundido, es que no tiene cerebro ni corazón. El final de la crónica de Rubén Fernández es para no olvidar: "Leire Díez no aclarado por qué ha ido ofreciendo ascensos en la Guardia Civil o beneficios judiciales a cambio de información confidencial sobre la UCO. Sólo ha asegurado que realiza estos trabajos 'al amparo del artículo 20 de la Constitución' de 'creación literaria y artística'. Díez ha terciado que 'no trabaja para nadie, ni en representación de nadie' y que 'no tengo ningún cargo en el PSOE'. Con lo que ha querido exculpar a Santos Cerdán de sus gestiones. 'Ni fontanera, ni cobarde', ha terciado justo cuando el nexo corruptor de la trama, Víctor de Aldama, ha irrumpido en la sala al grito de 'mentirosa'.En ese momento, Leire Díez se ha levantado y se ha ido sin responder preguntas mientras Aldama le perseguía por la sala con una nube de fotógrafos y cámaras. ¨Que no me empujes, que no me toques', ha asegurado el empresario mientras Leire Díez trataba de zafarse. 'Explíqueme qué tenía en contra de mi', ha asegurado el empresario que ha asegurado que la exmilitante era 'la fontanera de Santos Cerdán'. "Ha mentido en todo. Es una sinvergüenza ¿No habéis escuchado los audios?", ha terciado."

He ahí el retrato exacto de la España de Sánchez. Nada. Sí, Sánchez no pasará a nuestra historia como una nota a pie de página. Ojalá. Quizá se esté reservando su capítulo final.

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