
Nueva manita del Atlético de Madrid en apenas cuatro días y tercera victoria de calidad en solo seis. Primero fue una remontada llena de fútbol y coraje ante el Rayo. Después llegó la histórica goleada al Real Madrid. Y anoche en Champions se remató la faena en el Metropolitano con el 5-1 al Eintracht que sobre todo en la primera parte dejó un fútbol de toque, velocidad y pegada totalmente abrumador.
¿Qué le ha pasado al Atlético? Para muchos hay dudas acerca de este tema, sin embargo, yo tengo totalmente claro lo que le ha pasado al conjunto de Diego Pablo Simeone. Es de primero de fútbol. La A del abecedario de este deporte. Cuando la pelotita entra te sale absolutamente todo.
Podemos darle mil vueltas al once, la disposición táctica y el desempeño de los jugadores, que lógicamente es importante, pero justo después del partido ante el Rayo tuve la fortuna de explicar en la tertulia de Fútbol es Radio los datos de un Atlético que ya apuntaba maneras. En ese momento era el equipo que más ocasiones había generado y fallado en España. El segundo en Europa solo por detrás del Lens francés. Además según las estadísticas el Atlético estaba jugando seis metros más adelantado que el año pasado y encima era el único equipo de nuestra liga que se había adelantado en todos sus partidos. Esos datos ahora han crecido para bien y la única diferencia es que seguramente el Atlético ya no sea el equipo que más falla sino uno de los que más pegada tienen.
El Atlético ha pasado de fallar el 0-2 en Cornellá, el 2-0 ante el Elche o el penalti del 0-1 en Mallorca a remontar y machacar a sus rivales. Con un Julián excelso en ese apartado marcando seis goles y dando dos asistencias en seis días, el Atlético es otro aunque solo lo es desde el resultadismo. Los marcadores mandan, pero a mí no se me olvida cómo intentaba jugar el equipo del Cholo cuando venían mal dadas.
Levanten la manita los que sí ven los partidos del Atlético porque esos te podrán decir cómo jugaba Pablo Barrios antes de esta buena racha. O como peleaban de igual forma que lo hacen ahora Giuliano, Nico o Marcos Llorente. También te hablarán de los buenos encuentros de Hancko y del metrónomo incansable que es Koke. Porque lo único que faltaba era la contundencia y a pesar de que se reían muchos de Simeone por repetirlo, la pegada lo ha cambiado absolutamente todo.
El fútbol son sensaciones y cuando vienes de meterle 5 a tu máximo rival la inercia te pide mambo. La manita arriba, cintura sola, da media vuelta, Danza Kuduro. Así de claro. El Atlético está suelto y cuando eso pasa es capaz de meterle un serio correctivo a un Eintracht que venía de ganar 5-1 al mismo Galatasaray que ha derrotado al Liverpool. Pero sigo insistiendo en que el Atlético ya tenía este camino del buen juego marcado hace tiempo y lo está haciendo, recordemos, sin Baena, Almada y Cardoso. Son 100 millones que no se están pudiendo usar y aún así el fútbol del Atlético brilla. Incluso con jugadores como Raspadori, que ayer se apuntó a la fiesta levantando su particular manita para que Simeone cuente con él.
El Atlético tiene que seguir en esta dinámica y tomarse el partido en Vigo como otro nuevo examen. En casa ya ha demostrado que puede gobernar los partidos y machacar a sus rivales, pero sigue faltando la reválida a domicilio. Quiero y deseo ver al Atlético de la primera hora en Cornellá, de la segunda parte en Anfield o del primer tiempo en Mallorca. Con pegada, eso sí. Los rojiblancos ya han levantado dos veces la mano pidiendo paso para competir y no es momento de bajarla ante el Celta.
Para concluir, mi particular homenaje a Griezmann. Estamos viviendo un sorpasso en el Atlético con una leyenda ya confirmada dando el testigo a otra que, si se aleja de sirenas mentirosas y clubes con dinero del Monopoly, va camino de hacer historia. Julián le dio el gol 200 a Antoine y Antoine tiene que darle la bandera del Atlético al argentino. Son dos genios. Uno con dos centenares de goles y el otro con posibilidad de pelear esos registros. El camino a seguir para él y para todo el club está claro. A falta del alunizaje del Apollo, el Atlético está por fin en el camino que debe llevarle al cielo. Mientras eso sucede, gracias Griezmann.
