
En 2017, 191 países condenaron el embargo norteamericano sobre Cuba en la Asamblea General de Naciones Unidas. Ocho años después, se han registrado siete votos en contra (Argentina, Paraguay, Ucrania, Hungría, Estados Unidos, Israel y Macedonia del Norte) y doce abstenciones (Costa Rica, Ecuador, Albania, Bosnia y Herzegovina, Chequia, Estonia, Letonia, Lituania, Marruecos, Moldavia, Rumanía y Polonia) y el número de apoyos ha bajado a 165. Es decir, la dictadura ha perdido veintiséis de los votos que tenía.
Una merma que pone fin a la unanimidad del respaldo de Cuba en Europa, en Latinoamérica y en África y que representa la mayor derrota del régimen cubano en décadas.
Porque más allá de los apoyos numéricos, lo que ha perdido la dictadura cubana ha sido el monopolio de la narrativa. Y eso, en un régimen tan sensible a los vaivenes de la opinión pública internacional es letal. Antes del 30 de octubre, fecha del debate de la resolución en Naciones Unidas, la discusión en torno al embargo era un debate cerrado. Ahora, no sólo vuelve a ser un asunto abierto, sino que además ha permitido sacar a la luz muchas de las cuestiones que antes permanecían ocultas, detrás del engaño con el que la dictadura insiste en denominar el bloqueo.
En el debate, todas las naciones escucharon de boca del embajador de Ucrania que Cuba no es víctima, sino verdugo; que los cubanos constituyen el grupo más numeroso de mercenarios extranjeros al servicio de Putin y que ese reclutamiento masivo se produce con el conocimiento de las autoridades del régimen. El diplomático ucraniano anunció no sólo el final de su apoyo a Cuba, sino también el cierre de la embajada de Ucrania en La Habana.
Durante décadas, el régimen cubano ha logrado con éxito esquivar las críticas y escudarse en el debate del embargo. Pero hoy ese escudo ha comenzado a agrietarse.
Porque es claro que el embargo ha negado recursos al aparato represivo de La Habana, que tortura y mata a cubanos y venezolanos en la actualidad.
Porque su objetivo no es el pueblo cubano, sino el régimen que les tiene sometido. A diferencia de lo defendido por la dictadura, Estados Unidos vende alimentos, medicamentos y productos de primera necesidad a Cuba y en los últimos años se ha convertido en uno de los principales socios comerciales de la Isla. Y porque de forma reiterada, Estados Unidos ofrece apoyo humanitario al pueblo cubano para paliar situaciones humanitarias, como la ofrecida por Marco Rubio tras el paso del huracán Melissa.
La marea de la opinión pública ha cambiado de dirección. Y cada vez son más las naciones dispuestas a responsabilizar al régimen de La Habana del verdadero bloqueo que padece la Isla desde la llegada de Fidel Castro.
No se puede entender el embargo de Estados Unidos sin entender antes el bloqueo interno practicado por La Habana. Y para eso, nada mejor que reproducir lo que los propios cubanos llevan años circulando por la redes sociales:
- El bloqueo no prohíbe a los pescadores en Cuba pescar, la dictadura sí;
- El bloqueo no decomisa a los campesinos lo que cosechan, la dictadura sí;
- El bloqueo no prohíbe a los cubanos de la isla tener negocios libremente, la dictadura sí;
- El bloqueo no destruyó cada Central azucarera, textilería, zapatería, fábrica de conserva, la dictadura sí;
- El bloqueo no es el culpable de que te paguen con pesos sanitarios y te vendan en las tiendas con dólares americanos; la dictadura sí;
- El bloqueo no es el culpable de que les den palos y encarcelen a los cubanos por pensar diferente, la dictadura sí;
- El bloqueo no es el culpable que hallan cientos de presos políticos que no han cometido ningún delito, la dictadura sí;
- El bloqueo no es el culpable que te manden dólares americanos y te entreguen en la Western Union pesos sanitarios o CUC que es la misma basura, la dictadura sí;
-El bloqueo no es el culpable que la dictadura construya hoteles y a los cubanos les caigan los techos en las cabezas, la dictadura sí;
- El bloqueo no es el culpable de que los hospitales en Cuba estén asquerosos, la dictadura sí;
- El bloqueo no es culpable de que no haya agua en las casas por no mantener el sistema de acueducto, la dictadura sí;
¡Abran los ojos y apunten a los verdaderos culpables!, o sométanse a ser cómplices con las manos manchadas de sangre."
Ese era un debate que estaba cerrado. Gracias a las valientes naciones que lo han reabierto.
