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Forestalia & Sumelzolia & Lambanalia & Cerdanoria & Sanchistorra: la corrupción de Aragón

Forestalia obtuvo el 97 % de lo que pidió, y con Sumelzolia y Lambanalia tuvieron el refuerzo de Servinabar o Cerdanalia, la empresa de Cerdán y Antxon Alonso.

Forestalia obtuvo el 97 % de lo que pidió, y con Sumelzolia y Lambanalia tuvieron el refuerzo de Servinabar o Cerdanalia, la empresa de Cerdán y Antxon Alonso.
Pedro Sánchez tras visitar las zonas afectadas por un incendio. | LD/Agencias

Llevemos al Niño, que viene al mundo a salvarnos, los presentes informativos que, durante este año, el pasado, el anterior, el anterior y el anterior del anterior, hemos ido publicando en Libertad Digital acerca del timo del cambio climático y la estructura gangsteril de las renovables que, con la excusa climática, destrozan los paisajes de casi toda España y del resto de Europa.

Lo primero, sobre la ruinosa estafa del alarmismo climático, es recuperar la serie de ensayos cortos que publiqué aquí hace algún tiempo, refutando las sandeces apocalípticas oficiales, que, ahora que la UE ha dado marcha atrás hasta en los coches de combustión, demuestra la razón que teníamos algunos aunque nadie nos la daba. Creo que vale la pena recuperarlos, siquiera para los coleccionistas. Están vivos.

Lo segundo, y esto es novedad, es dar cuenta de que lo que entonces no pasaba de intuición sobre la complicidad delictiva de las empresas de las renovables y los gobiernos socialistas de Aragón que les concedían los concursos, no sólo era cierto, sino que se quedaba cortísisimo. La UCO ha desvelado que, en realidad eran una sola unidad de negocio a la sombra del gobierno de San Lambán. Forestalia, la de Obelix Samper, emperador del Inaga, y Sumelzolia, la de Susana Sumelzo, la íntima de Sánchez, que del negocio familiar pasó a la política en 2008 y dejó a su hermano y su padre la gestión de la empresa, compartían, no competían, las concesiones de obra pública y los permisos de instalación de energías renovables. Forestalia, Sumelzolia y Lambanalia unían esfuerzos en el delito sostenible, y, al fondo, velaba Sanchistorra.

Lambán había dividido salomónicamente sus amañadas concesiones: molinos para Forestalia y placas solares para Sumelzolia. Pero, de inmediato, crearon una red conjunta de más de 800 sociedades en las que se iban repartiendo las acciones y las mayorías, la propiedad y la gestión, según el tipo de concurso al que iban y siempre ganaban. Forestalia obtuvo el 97 % de lo que pidió, y con Sumelzolia y Lambanalia tuvieron el refuerzo de Servinabar o Cerdanalia, la empresa de Cerdán y Antxon Alonso, el amigo de Otegui.

También hace algunos años, cuando apareció nítidamente toda la corrupción sostenida y sostenible de Aragón, LD publicó un mapa de los atracos de Forestalia, que también creo que vale la pena rescatar. Es obscenamente geográfico y delirantemente corrupto. Pero revelador y educativo. Estamos en período electoral y pocas cosas hay que tener más en cuenta a la hora de votar que la conservación del territorio en lo que tiene de más valioso, la belleza natural de sus parajes, aprovechables para un turismo de calidad, no para convertir a Aragón en la central eléctrica de Cataluña y el País Vasco, sin recibir un euro a cambio. Y ni siquiera hacía falta la electricidad. Iban a robar y han robado sin tasa, desvergonzadamente, o sea, al estilo clásico del PSOE.

También se ha demostrado con nombres y apellidos, en estas últimas semanas, que el ministerio de Teresa Ribera ha sido cómplice activísimo de esta corrupción. Uno de sus sicarios verdes se encargaba personalmente de lo relativo a Forestalia, para que no se le negara nada. Y cuando se jubiló, pasó a ser asesor personal de la ministra, ahora vicepresidenta en la UE, donde no pinta nada pero sigue corrompiéndolo todo. 232 muertos en la dana la contemplan, la corrupción de Aragón la retrata.

En estos años, sólo Paisajes de Teruel y una parte de Teruel Existe (uncido a Sánchez, el gran corruptor de la democracia española, Guitarte perdía toda credibilidad) han dado la batalla para anular este inmenso imperio de corrupción y destrozo de la naturaleza geográfica y humana de Aragón. Este mes de febrero es la ocasión de presentar a la opinión pública aragonesa la única salida decente de esta situación, que es la anulación de todas las concesiones, como además de varias instancias de Teruel ha hecho la Guardia Civil. Amén, claro, del procesamiento de todos los delincuentes que montaron este escándalo político, este atraco económico, esta monumental estafa cultural. La clase política aragonesa tiene la ocasión de redimirse. Esperemos que la aproveche.

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