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Agapito Maestre

¿EEUU es Hispanoamérica?

Sin España jamás se hubiera fundado ese gran país. Su historia está vinculada, a pesar de los pesares de algún sector racista del mundo anglosajón.

Sin España jamás se hubiera fundado ese gran país. Su historia está vinculada, a pesar de los pesares de algún sector racista del mundo anglosajón.
Las banderas de España y Estados Unidos ondean juntos en el puesto avanzado de Bala Murghab. Una imagen que intentó ser censurada por el Gobierno Zapatero, que nunca ha reconocido la guerra que se libra en Afganistán. | U.S. Air Force TSgt Laura K. Smith

La cosa es obvia. Trabajoso es, sin embargo, justificar lo evidente. USA es un país de la comunidad hispanoamericana. EE.UU. es por su origen, historia y futuro inseparable del mundo hispánico. Sin España jamás se hubiera fundado ese gran país. Su historia está vinculada, a pesar de los pesares de algún sector racista del mundo anglosajón, a la hispanidad. Y, por supuesto, el futuro de esa nación no puede imaginarse sin los hispanos. Ayer, mientras escuchaba una larga y deliciosa plática de Alfonso Borrego, ciudadano norteamericano descendiente del indio apache Gerónimo, pensé de repente hacerle un par de preguntas para el final de su alegre y concienzuda conferencia. Al poco rato me percaté de que sobraban los dos interrogantes: 1. ¿Cuál es el valor fundamental de la hispanidad? 2. ¿Es viable la nación USA sin la cultura (lengua, civilización, música, derecho, etcétera.) hispánica? Eran, sí, innecesarias; porque su simple presencia entre nosotros, como uno más de los que nos reuníamos allí, en la acogedora casa de los Rodríguez Carmona en un viejo bulevar de Madrid, hablaba por sí mismo. Un hombre con pasaporte de EE.UU peroraba con propiedad y sabiduría de la hispanidad sin mencionar la palabra.

Borrego hablaba en un español, a veces, más correcto, rico y esmerado que el nuestro y, además, sabía más de nosotros que la mayoría de los presentes. He ahí un ejemplo sobresaliente de hispanidad. USA, en efecto, no es sin la hispanidad. Borrego es una prueba más de la hispanidad norteamericana. Sin él, sin Bad Bunny, cuyo nombre completo es Benito Antonio Martínez Ocasio, y otros millones y millones de hispanos, EE.UU. no sería, o mejor, su pasado sería deficiente, su presente falsificado y el futuro muy oscuro. Por eso, precisamente, la comunidad Hispanic-american no quiere ser denominada, como ha escrito Juan Carlos Téllez en Voz.Us, con el término latinx.

Quizá no era necesario una encuesta para llegar a esa conclusión, como tampoco eran imprescindibles mis preguntas a Borrego; pero, por si acaso alguien tenía dudas, la organización Bienvenido con la empresa de sondeos WPA Intelligence hizo una encuesta reveladora de la evidencia: sólo el 1% de los probables votantes hispanos quieren ser llamados latinx (con la letra 'x' referenciando el pronombre neutro extendido por las imposiciones woke). O sea la comunidad de la hispanidad tiene clara su preferencia por ser llamados Hispanos. Evidente. El 56% quiere ser denominado así, seguido del 20% que prefiere ser llamado directamente Americano y el 12% que quiere que se le califique como Latino. Muy por detrás se encuentran quienes quieren ser conocidos por su país de origen (6%), o por su país de origen añadiendo el sufijo americano (por ejemplo, mexicoamericano), apenas un 5%. En último lugar, ese 1% que elige el término neutro latinx.

Más claro que esa encuesta el agua. Pero, por favor, nadie confunda la Hispanidad con un panhispanismo de corte ideológico y político que olvida, acaso desinteresadamente o quizá con mala fe, los matices, las diferencias entre Estados y las contradicciones en cada una de las naciones hispanoamericanas, incluida EE.UU. Eso sería tanto como introducir por la ventana lo que hemos expulsado por la puerta: la exclusión de quien no comulgue con la hispanidad. Hispanidad es, por encima de todo, integración. Unión. Nadie prescinda de otras culturas y menos de las vinculadas al ámbito anglosajón. Otro día les cuento el grandioso poema de Santayana: Spain in America para seguir pensando sobre la hispanidad de EE.UU.; valgan estos tres versos del madrileño que siempre escribió en inglés por amor a España: "Bring labour´s joy, yet spare that better part/ Our mother, Spain, bequeathed to all she bore/, For who shall covet if he once adore?". ("Alegrando el trabajo salva esa mejor parte/ que nuestra madre España legó a cuanto produjo,/ pues, ¿por qué codiciar si una vez adoró?").

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