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Antonio José Chinchetru

Los intocables de Teddy Bautista

Algunos jueces consideran que esos efectivos son más útiles comprobando que la originalidad de CD de Jarabe de Palo que impidiendo que una pelea acabe con heridos graves o incluso muertos. Cuestión de prioridades.

La SGAE no tiene suficiente con contratar detectives privados para investigar a quienes se oponen al canon (Daniel Rodríguez Herrera estaba muy convencido de que a él no le sigue uno de estos investigadores, pero yo en su caso no estaría tan seguro). Además cuenta con la inestimable labor de las fuerzas de seguridad, gracias a que algún juez las pone a su servicio. La entidad de "Teddy" Bautista y José Luis Borau ha decidido ir por la vía de lo penal contra discotecas y pinchadiscos, y los tribunales mandan a los agentes para que irrumpan en las salas y comprueben que los CD de música son originales.

No vamos a dudar aquí que la legislación vigente permite este tipo de actuaciones, pero tampoco queremos dejar de señalar que resultan todo un despropósito. Como se puede observar en la foto de la noticia enlazada, la actuación policial tiene lugar con la sala a pleno rendimiento. Son los nuevos Intocables de Elliot Ness, transformados en "los intocables de Teddy Bautista" que luchan contra las copias piratas en vez de contra el alcohol ilegal vendido por Al Capone. En el caso de que todos los CD de música que se reproducen en la discoteca sean legales, el daño que la aparición de la policía hace a la imagen del establecimiento es difícilmente reparable. Y más en una sociedad todavía conmocionada por la muerte del joven Álvaro Ussía en el Balcón de Rosales.

De hecho, sin ser el infierno que algunos sugieren, las noches del fin de semana en cualquier ciudad madrileña tienen sus riesgos para quienes salen a divertirse, de modo que las fuerzas de seguridad deben estar alerta y disponibles en todo momento. Sin embargo, algunos jueces consideran que esos efectivos son más útiles comprobando la originalidad de CD de Jarabe de Palo (si todavía queda alguien con el mal gusto de "pinchar sus canciones") que impidiendo que una pelea acabe con heridos graves o incluso muertos. Cuestión de prioridades.

Pero es que, además, aunque "los intocables de Teddy Bautista" encuentren en la cabina algún CD no original o directamente con la música guardada en un ordenador, no es tan fácil probar que estén cometiendo una ilegalidad. Desde hace tiempo, el disco compacto no es el único formato legal de venta de música, existen las tiendas on line como iTunes en las que se pueden adquirir canciones sueltas. ¿Cómo sabrán los agentes que ése no es el origen de los archivos guardados en esos soportes? ¿Se aplicará la antidemocrática "presunción de culpabilidad" propugnada por José Luis Borau y se procederá tanto al cierre del local como al decomiso del material informático hasta que se enseñe al juez la correspondiente factura?

Quienes salgan de noche pueden estar tranquilos. Tal vez les den garrafón, sean agredidos por algún portero pasado de revoluciones o por algún borracho. Pero al menos sabrán que la música que escuchan es de discos originales o que el pinchadiscos se preocupa de tener lafactura del iTunes. Un nuevo despropósito en nombre de esaficciónllamada propiedad intelectual.

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