Cristina Losada denuncia la actitud de los dirigentes socialistas justo antes del atentado:

La bomba que ha estallado junto al cuartel de la Guardia Civil de Durango de madrugada, resalta con especial crudeza la tolerancia de los responsables políticos y judiciales hacia el entorno de ETA que persiste -y estos días insiste. Ayer se felicitaba un concejal socialista de Bilbao de la buena marcha de la fiesta local, lamentando únicamente "la politización" que habían querido introducir algunos; alusión, por lo visto, a la denuncia del PP del modo en que tuvieron que salir sus concejales del Teatro Arriaga, mientras delante se enardecían sin ser incomodadas algunas huestes de las SA de ETA.

A Escolar, seguramente, esa reflexión le parecería indignante, puesto que iría contra la unidad frente al terrorismo. Mario Cuellar, por su parte, hace un repaso a los medios internacionales, en los que resalta la omnipresente mención a ETA como "grupo separatista" o "grupo independentista". Luis I. Gómez ironiza desde el exilio sobre este "leve accidente laboral".

En otro orden de cosas, Arcadi Espada se maravilla ante la aldea global y ante Google:

Google es también el producto de algo que no suele evocarse. Google es América. No suele evocarse porque supone el reverso del imperio, y ante el imperio se prefiere atender a su cara ensangrentada, inflada de dólar y de mierda. Hay quien no perdonará nunca que América haya acabado con las utopías de la manera más drástica imaginable, que es cumpliéndolas.

Fernando Díaz Villanueva se estremece ante un nuevo asalto a los derechos de los fumadores:

Acaba de suceder en Suecia, ese paraíso de las libertades individuales que pone los ojos en blanco a los progres del mundo entero. Una fumadora, que ejercía su sacrosanto derecho a fumar en el jardín de casa, se ha visto obligada a acatar la sentencia de un juez que le dice dónde puede y donde no puede fumar dentro de su propio jardín. Acojonante. Ya sabía yo que íbamos a llegar a esto. Lo que les espera a los fumadores es para echarse a temblar.

El sueco Johan Norberg habla sobre la censura en su país, y sobre una censora que le gusta. Mientras, Barcepundit da cuenta de otra prohibición china contra los derechos... religiosos. O contra el sentido común:

China ha prohibido a los monjes budistas en el Tíbet que se reencarnen sin permiso expreso del gobierno. No es una noticia de The Onion o alguna web de humor. Es Newsweek (aunque hay quien diría que en ocasiones cuesta distinguirlas...)

Por otro lado, en Estados Unidos han tendido una trampa a un prostituto que... resultó ser él también policía. Lo cuenta Lady Godiva:

¿Contra quién atentaba Levi? Contra nadie. No hacía daño a nadie, solo ofrecía un servicio de manera voluntaria. Sus compañeros le apreciaban, y se quedaron de piedra. ¿Qué esperaban? ¿Un facineroso? ¿Y resulta que el chico era buena gente y además cobraba por ofrecer servicios sexuales? Y todos escandalizados, claro.

Y para terminar, no está de más leer lo que cuenta The Wealth Report, blog del Wall Street Journal, sobre la hipocresía de los ricos ecologistas. Y de los políticos, añaden en Greenpeace vía Instapundit.

DRH