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Ser español es bochornoso

Es característico de los estados totalitarios politizarlo todo; todo lo que es parte de la vida ciudadana: la educación, los negocios, la justicia, la cultura, el consumo, el deporte
 
… Y las fiestas nacionales. Bye, Bye Spain llama al 12 de octubre El día del insulto. Pero es irónico, no es una propuesta. Vamos, que no es necesario decir que Ser español es bochornoso. Pero el bloguerío de izquierdas es así. Ahora bien, sólo le parece bochornoso si se parece a Rajoy. Ah, la patria. Esa cosa de señoritos.
 
Sobre la nuestra, dice Miguel Ángel Belloso:
Hubo un tiempo, no muy lejano, poco más de tres años, en que España acaparaba las portadas de la prensa internacional solvente por su decidida apuesta en favor de una política económica reformista y  por su voluntad de ocupar un espacio en la escena exterior con los aliados más convenientes. Hoy España no pinta nada en la escena internacional y ocupa la prensa foránea solvente con la colosal noticia de que Zapatero quiere honrar a las víctimas de la guerra civil. La diferencia es sustancial: se ha pasado de tener un cierto sentimiento de dignidad a tener que convivir con la vergüenza.
Los neocomunistas no son miembros de un Partido Comunista, y son parte más de un movimiento que de una conspiración. () Los neocomunistas de hoy prefieren llamarse marxistas, que de nuevo vuelve a ser una palabra respetada en los campus.
Y tanto. En Estados Unidos, el 17,6 por ciento de los científicos sociales en puestos académicos son marxistas. No sabemos qué porcentaje seguirá creyendo que la Tierra es plana.
 
No sabemos si el 18 por ciento de la gente, pero muchos tienen a Ernesto Che Guevara como un ídolo. Por El Instituto Independiente llegamos a un artículo sobre el “santo patrono” de la guerra:
Tal como escribió Paul Berman en ocasión del estreno del film Diarios de Motocicleta, el culto del Che es “un episodio en la insensibilidad moral de nuestra época”. La venta de camisetas del Che continúa siendo un buen negocio, pero no todos los antiliberalismos son igual de rentables. La ultraderecha no lo es.
La Alianza de Civilizaciones avanza sin parar. No ya por las penas de muerte en Irán, sino con nuevos pensamientos de Moratinos, como los vertidos en Córdoba en el seno de la OSCE. Gates of Vienna, lo recoge y dice:
Tengan esto en cuenta: el Islam llegó a Europa por medio de la conquista entre los siglos 8 y 15. El Islam jamás se extendió por Europa como no fuera por la Espada, y por personas que no son indígenas de Europa. Declarar por un acto administrativo que el Islam es parte de la herencia europea retorcer la verdad hasta hacerle un nudo y después pasarlo por la batidora.
El objetivo es identificar la pena de muerte con los Estados Unidos. Y a veces unos hacen auténticas virguerías. Por Libro de Notas llegamos a otro blog, que habla de la Pena de Muerte. Destaca de esta anotación un párrafo que comienza así:
En el año 2004, el 91 por ciento de todas las ejecuciones de las que se tuvo noticia tuvieron lugar en China, Irán, Pakistan, Iraq, Sudan y Estados Unidos.
Si se queda con el 90 por ciento Estados Unidos no entraría.
 
Crónicas Bárbaras es uno de esos blogs que carecen de lo más característico del blog: el enlace. Pero debería haber hecho mención de Heterodoxias al recuperar a los Inmigrantes independentistas.
 
El que no falla es IC, recuerda por un lado una anotación del Blog Salmón sobre el dinero enterrado en el sector del calzado mientras por otro pone el ejemplo de las zapaterías infantiles, sometidas a mucha más competencia por Internet que las otras y que están sobreviviendo, y con éxito, gracias a imaginación y gestión, no subvenciones.
 
Los ecologistas tienen siempre buenas recetas para que los demás emitamos CO2. Si en India les dijeron a los pobres que mejor andando que en coche, ahora le toca el turno a Greenpeace:
Greenpeace tiene la solución para frenar el cambio climático: Comer canguros
 
Y la organización de la paz verde considera la aplicación de esta medida: Urgente
 
Hal9000 nos propone el juego de la termodinámica, que tiene las siguientes reglas:
No puedes ganar.
No puedes empatar.
No puedes abandonar.
Así que sólo nos queda perder. Y ciertamente, si el universo durase lo suficiente, llegaría un momento en el que todas sus partículas estarían a la misma temperatura, y sería imposible ningún proceso termodinámico. Es lo que se conoce como la Muerte Térmica del Universo.

Pero no podemos elegir. Es el juego que nos ha tocado jugar, y no podemos cambiar sus reglas.

 

JCR

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