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Cristina Losada

Chacón: ¡a por ella!

El PSOE no fue secuestrado por Zapatero y sus pequeños saltamontes. A menos que por tal se entienda la incondicional y jubilosa entrega a los captores. Todo se hizo con la complacencia de Rubalcaba y compañía

Por  influencias del cine, aquí se ha comparado a Chacón con Thatcher. En qué se parecen es cosa que se me escapa. De la Iron Lady se dijo que era el principio de realidad con faldas, mientras que la realidad es la menor de las preocupaciones de nuestra aspirante. Ah,  las dos son mujeres. Habrá que verlo con "perspectiva de género".  Sin esas anteojeras, nada entenderemos. Así, su presentación en sociedad femenina en clave de Vogue,  en el Círculo de Bellas Artes. Fue un acto que concluyó en el estilo Fraga: al grito de ¡a por ellos! Lo mismo que tronó Iribarne en el 77,  en un mitin en Lugo, tras quitarse la chaqueta y arremeter contra unos reventadores. Pero Chacón  iba a por todos.  A por el hombre. Pretende enmascarar de gran causa feminista una pedestre lucha por el poder en un partido.

La Carme de Esplugues de Llobregat y la Carmen de Olula del Río se pueden marcar un fraguista ¡a por ellos! como si fuera lo más normal del mundo. Y sea, que tenemos el día gracioso. Pero no hay reciprocidad. A nadie se le ocurra ir a por ella. Ahí pide explicaciones, lanza jeremiadas y apostrofa al criptomachista. Se sabía de la inconsecuencia de la igualdad que predicaba el zapaterismo. Ahora la vemos en la práctica de la discípula. Quiere todas las ventajas y ninguno de los inconvenientes. Se postula a dirigir un partido y entra en pelea con un rival, pero no admite que se le apliquen las mismas reglas del juego. Pide la perspectiva de género y la discriminación positiva. En una palabra, la desigualdad.
 
Chacón es mujer, ¿y? Pues ella lo exhibe como trascendental mérito político y cree que por eso han de encumbrarla. Claro que, bien mirado,  no hace más que seguir las enseñanzas del maestro, las que contaron con el aplauso de quienes hoy fustigan a su heredera. El PSOE no fue secuestrado por Zapatero y sus pequeños saltamontes. A menos que por tal se entienda la incondicional y jubilosa entrega a los captores. Todo se hizo con la complacencia de Rubalcaba y compañía. Nadie protestó, nadie abandonó. Mientras ganaba elecciones, no importaba a qué precio. Chacón va a por ellos, porque va a por todas. Y me parece bien. Se la merecen.

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