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Daniel Rodríguez Herrera

Si en España hay algún medio comprado, es 'El País'

'El País', el diario servil de referencia, acusa a Libertad Digital de servir al mismo PP al que criticamos a diario.

Han pasado seis años desde el discurso de Elche en el que Rajoy expulsó del PP a liberales y conservadores. Han pasado seis años del congreso búlgaro de Valencia. Fue entonces cuando Libertad Digital, que había coincidido con muchas de las ideas defendidas por el PP de Aznar, empezó a convertirse en firme opositor del nuevo PP de Rajoy. No es que antes se les dorara la píldora, tampoco. Pero era este tipo de crítica a errores concretos que se le hace a alguien con quien en general estás de acuerdo. En aquellos meses comprendimos que aquel PP había muerto para convertirse en un partido socialdemócrata que vendía gestión y honradez, pero que aceptaba las ideas de la izquierda en prácticamente todo, de la economía a la idea de España, pasando por la moral y hasta la historia. Seis años después, Rajoy ha dilapidado la imagen de buena gestión y honradez, y al PP no le queda nada que vender más que el miedo a la extrema izquierda.

Nosotros no cambiamos en 2008: defendíamos las mismas ideas de siempre. Había cambiado el PP. Algunos de nuestros lectores, los que no apoyaban una ideología sino unas siglas, nos mandaron a tomar viento, y perdimos audiencia por ello. Pero mereció la pena. Porque somos liberales, no cheerleaders al estilo Nini. Pese a ello, El País se dedica a soltar trolas como que somos un medio al servicio del PP. Como suele suceder con los progres de este país, nos acusan falsamente de lo que son ellos en la realidad. Medio del régimen en época socialista, que les regaló una tele de pago y el liderazgo en la radio, hoy día son el medio de la vicepresidenta, que les ha salvado de la quiebra, y de los Pujol, que le compraron sus sedes por 300 millones de euros. El País, el diario servil de referencia, acusa a Libertad Digital de servir al mismo PP al que criticamos a diario.

Si Libertad Digital es un medio al servicio del PP porque se nos ha concedido un poste en Madrid y siete de televisión local, ¿qué será el Grupo Prisa? Porque los políticos le han dado un canal nacional de televisión, cientos de emisoras de radio y compran decenas de miles de ejemplares de su periódico. Que pese a ello no tenga más que deudas no es desde luego por falta de apoyo político, sino porque Cebrián es un inútil de marca mayor. Y eso sin hablar de los enormes ingresos en publicidad institucional de los que ha disfrutado y sin los cuales Prisa, incluso con la ayuda de Soraya, se habría hundido sin remedio.

Veamos exactamente de qué se nos acusa. El entonces presidente de Libertad Digital pidió al entonces secretario general del PP si podía comentar a militantes y empresarios afines que había una ampliación de capital por si a alguien le interesaba. La ampliación no estaba pensada como una operación que ofreciera rentabilidad a los futuros accionistas, sino convertirlos en parte de un medio al que eran ideológicamente afines, y entonces había gente así en el PP y todo. Según el auto del juez, lo que pasó entonces es que tres tipos compraron acciones con dinero negro, las revendieron después y dos de ellos se quedaron con el dinero de la venta. Así que la conclusión es que Libertad Digital habría sido financiada por un partido político con dinero sucio.

Para entenderlo, hagamos una analogía. Eres director de una agencia de viajes y tienes una oferta que crees que puede interesar a los funcionarios del ayuntamiento de tu localidad. Así que hablas con el alcalde y le pides si puede publicitarlo internamente. Resulta que en el ayuntamiento te compran tres viajes. Diez años después un juez dictamina que el partido del alcalde pagó con dinero negro procedente de corruptelas varias a esas tres personas para que te compraran el viaje. Y resulta que de repente el culpable no es el alcalde ni los tres funcionarios. Eres tú, que no tenías forma alguna de saber la procedencia de ese dinero. Y encima un tipo repugnante, pero con cierta influencia, que depende para vivir de las contratas del ayuntamiento, te acusa de estar al servicio de aquel alcalde, cuando llevas años poniéndole a caer de un burro en las tertulias del bar.

Si se acusara a Libertad Digital de haber hecho algo mal, molestaría, claro, porque esas cosas no gustan a nadie. Pero encima se nos critica por algo en lo que no tenemos culpa ni responsabilidad alguna. Y se intenta vender a la opinión pública que este medio se ha vendido por un plato de lentejas negras. Quienes nos leen y nos escuchan saben que no es cierto. Pero quienes no lo hacen leerán u oirán estas injurias y procurarán no acercarse a nosotros. Y ese es en último término el objetivo. Que este medio no pueda crecer y ofrecer una alternativa verdaderamente revolucionaria al pútrido sistema del que El País y el PP de Rajoy son piezas clave.

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