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David Vinuesa

El Barcelona era pobre, pero el Palancalona es rico

Tanto mencionar la crisis económica a diario pareció convencer a todo el mundo de que de verdad estaban en serios problemas de supervivencia.

Tanto mencionar la crisis económica a diario pareció convencer a todo el mundo de que de verdad estaban en serios problemas de supervivencia.
El Barcelona era pobre, pero el Palancalona es rico. | EFE

He de reconocer que durante las vacaciones he hecho, como hice el año pasado, una cura de Twitter y actualidad deportiva. Desinstalas la aplicación unas semanas y desconectas un poco para volver con las pilas cargadas. Funciona, os lo aseguro. Aún así, siempre te llegan mensajes de amigos que más o menos te mantiene al tanto de lo que ocurre y gracias a ellos empecé a escuchar un Raphinha por aquí, un Lewandowski por allá y también un Koundé por el otro lado. Todo ello con el Barcelona como protagonista destacado.

No quise darle muchas vueltas, pero todo el rato se me venía a la cabeza la escena final de la película de Martin Scorsese, ‘El Lobo de Wall Street’. En esta película, Leonardo DiCaprio en su papel de Jordan Belfort entra en la cárcel y nos cuenta con voz en off qué sentía según se iba acercando a la prisión: "No me avergüenza admitirlo. Cuando llegué a prisión estaba aterrorizado. Pero no debía estarlo. Miren, por un momento fugaz olvidé que era rico y que entraba en un lugar en el que todo estaba en venta".

¿Por qué me recuerda esta escena al Barcelona? No porque lo acuse absolutamente de nada delictivo en plan Jordan Belfort, ya que si está haciendo lo que hace y le dejan, imagino, repito, imagino, será porque puede y porque se lo permiten. Sin embargo, el problema que yo veo es vender como ha vendido el Barcelona que teníamos delante de nosotros a un pobre equipo desvalido que se encontraba al borde la desaparición y que apenas podía comer diariamente, cuando la solución era usar su riqueza patrimonial para salir del problema. Laporta, Koeman, Xavi... hemos asistido con todos ellos a un discurso catastrofista que provocó el pánico en los seguidores azulgranas. El apocalypsis se aproximaba y todo lo que lograsen por el camino sería un acto épico digno de una película como Gladiator o Bravehearth.

¿El Barcelona tenía problemas? Sí. ¿De vida o muerte? No, visto lo visto. Tener un problema de vida o muerte es quedarte sin casa o no tener para comer, deportivamente hablando para que no me llamen demagogo, pero no lo es tener que vender cinco de tus 12 Ferraris, quedarte con siete, comprar más y seguir manteniendo tu nivel de vida. Si el Barcelona hubiese tenido que activar palancas para sobrevivir, ok, pero lo ha hecho para fichar a auténticas bestias del mercado como Raphinha o Lewandowski. Eso no es una crisis. Crisis fue la del Atlético que se fue a Segunda, la del Valencia o la del Deportivo de la Coruña. O la del Real Oviedo que se fue al pozo. Esto no. Lo del Barcelona es Disney. Un año con dudas y ahora a disfrutar de jugadores como el 9 del Bayern. ¡Si han renovado hasta Dembélé por una millonada! Casi nada.

Esto me hace pensar que el Barcelona era pobre y el Palancalona, como dice mi gran amigo e impecable gestor, Vicente Sainz, es rico. Ni paseo por el desierto durante varios años ni desmantelamiento del equipo ni nada por el estilo. Ojo, que me parece correcto que se hipoteque como quiera, es su patrimonio y se lo ha ganado, pero si tienes la capacidad de hipotecarte así, no vendas una pobreza inexistente. Decidme un solo club en crisis que el mismo verano fiche a Raphinha, Lewandowski, Koundé y encima quiera más y se vaya a por Marcos Alonso del Chelsea. Pues eso. ¿Qué pensará Messi de las palancas de Laporta?

En fin, que no me creo estas crisis de millonarios. No me creí a Willy Bárcenas diciendo que el grupo Taburete "no tenía dinero" en su comienzos, pues imagina a un club que está fichando como lo está haciendo el Barcelona. Me imagino a Laporta llorando en la limo. ¡Qué pena!

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